16 sept. 2025

Haraganes del mundo, ¡uníos!

| Por Guido Rodríguez Alcalá

Si Marx hubiera sido paraguayo, de este modo hubiera lanzado su proclama. En el Paraguay es más fácil fundar asociaciones de haraganes que de trabajadores. Por otra parte, su movimiento hubiera sido más nacional que internacional, porque aquí se sabe poco del resto del mundo.

¿Por qué ocurrió la Guerra del Chaco?, preguntaba una maestra. Porque Bolivia quería llegar al océano Pacífico por el río Paraguay, contestaba la misma educadora. La capacidad no caracteriza a los educadores paraguayos, cuyos sueldos han aumentado de manera no proporcionada a su capacitación. A partir de 1989, los docentes descubrieron que también ellos podían hacer huelga, como los empleados del sector privado, aun trabajando menos que los del sector privado.

En materia de huelgas, el Poder Judicial ha dado el ejemplo no declarando ilegales sus propias huelgas. No por eso ha sido egoísta: siempre demostró la misma tolerancia con las huelgas de los demás funcionarios estatales. Los burócratas unidos, jamás serán vencidos. Esta ha sido la regla de las reclamaciones de los estatales, privilegiados con relación al resto del país, donde el desempleo es un grave problema.

Por lo general, las “medidas de fuerza” se toman hacia finales de año, cuando se estudia el Presupuesto, y cada dependencia quiere asegurarse un aumento de sueldo. Este año hemos comenzado más temprano. Después de varias semanas movidas, existe ahora la posibilidad de una huelga general. Los docentes, aplazados mayoritariamente cuando se toman exámenes de competencia, quieren más dinero. Si se les da el dinero, no hay garantía de que enseñen para recuperar los días de clase que pasaron holgando. ¿Y si los alumnos pierden el año? Ese no es el problema de la Federación de Educadores del Paraguay. Otro grupo de estatales exige seis horas de trabajo diarias, excluyendo los sábados.

En Europa no trabajan los estatales seis sino ocho horas, y encima han tenido fuertes descuentos a causa de la crisis económica. En Inglaterra, hace unos días, decidieron hacer descuentos de hasta el 40% para ciertos funcionarios superiores. Aquí estamos peor que en Europa. Estamos peor que en el resto del Mercosur, donde tenemos la peor educación. Tenemos graves problemas sociales, que no se van a solucionar con huelgas. ¡No importa! ¡Adelante con las huelgas!

¿Quién financia las huelgas? La gente que vive de su trabajo no puede vivir sin trabajar. Si hay financiamiento, hay intereses políticos en juego. Es comprensible. La burocracia estatal no ha cambiado desde 1989, y es obvio que resista a un Gobierno que la amenaza con el cambio. ¿Se lo quiere tumbar? Parece que se lo quiere presionar para arrancarle concesiones, debilitarlo, y ganar ventajas para las próximas elecciones. Lo que no toman en cuenta los huelguistas ni sus financistas es que los disturbios pueden tener consecuencias catastróficas para el país. Para terminar, me pregunto lo que se preguntaba Marx: ¿Es la burocracia una clase social?