29 mar. 2024

Hacienda

El manejo de los recursos públicos es de lejos lo más esencial en el desarrollo de una democracia. De su transparencia, probidad y honestidad depende finalmente que los ciudadanos aporten con sus tributos al sostenimiento de lo colectivo. Cuando el titular de la cartera se encuentra indiciado de cometer hechos contra el patrimonio público y al mismo tiempo plantea nuevos impuestos bajo los conceptos de flexibilización y de modernización, no puede más que instalarse la duda en torno al manejo del Estado en su conjunto.

Más allá de las condiciones económicas locales y un entorno internacional, que es funcional para explicar y justificar lo bueno y lo malo de nuestra economía, lo que claramente irrita al ciudadano es la desconfianza que se genera al pedirle más tributo sin haber atinado absolutamente nada en proponer una flexibilización y modernización del gasto. Esto, que se lleva en corrupción casi el 50% de los valores de bienes y servicios, sigue siendo un tremendo costo que se nos cobra en mala salud, carreteras y pésima educación. Esta semana una oenegé dedicada a este tema afirmó que requerimos 5.000 millones de dólares anuales para tener una de excelencia, cuando en la actualidad apenas superamos una inversión cercana a los mil. No es que solo hay que duplicar, sino quintuplicar la inversión, pero habría que decir que sin capacidad de gasto y de control esa misma cantidad no haría ninguna diferencia. Tenemos serios problemas en la administración de los recursos y quienes se deberían encargar de todo esto ganan por encima de los ingresos del sector privado que los financia y además gozan de privilegios irritantes que generan repudio y hartazgo. En este escenario, la Hacienda pública pide más contribución. Con todos estos elementos, por una cuestión incluso de mero márketing, debería haber planteado medidas de ajustes al interior de la administración central. Nada de eso se presentó fuera de pedir más contribución al mismo Estado.

Con este escenario hay de los que dicen “por qué no nosotros también” y ahí pasaron esta semana la jubilación de enfermeros, bioquímicos y odontólogos a los 55 años, y mañana serán abogados, agrónomos, ingenieros y de cualquier profesión que harán finalmente explotar las cajas de jubilaciones. Cuando se cuestiona tan severamente a la cabeza y la misma incluso demuestra su escasa comprensión de funcionario cuando afirma su desprecio a declarar sus bienes en abierto desconocimiento a lo que manda la Constitución, lo único que se puede concluir es que no percibe para nada su lugar, el momento ni el espacio público que ocupa. Solo lo sostiene la cercanía familiar, que pasará a convertirse en un lastre para el hermano presidente en poco tiempo. No lo echará por pedido de la madre, quizás, pero sostenerlo tendrá un costo enorme sobre su debilitada administración.

Requerimos una persona confiable y seria al frente de la Hacienda pública. Alguien con sensibilidad, imaginación y respeto a la cosa de todos. El Senado, sin debate a profundidad, aprobó a libro cerrado la propuesta de más tributos sin entender que en el camino también ellos están atando su suerte a la del ministro de Hacienda.

Lo que haga o deje de hacer el presidente con su hermano ministro mostrará con claridad el camino que nos espera a él y, a nosotros. La Hacienda pública está en el centro del debate político, social y económico, y, claramente, el malhumor social es notablemente perceptible en contra del Gobierno. Debe cambiar su rumbo antes de que los daños sean aún peores.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.