La denuncia fue presentada ante la Fiscalía del Medio Ambiente, a cargo del fiscal Erico Ávalos, por supuestos daños a la salud de los pobladores y a una vivienda.
Ernesta Benítez de Rolón, de 52 años, dijo a Última Hora que todos los días tienen que aguantar el olor nauseabundo que expide la planta trituradora y que genera mucho polvo asfixiante, además del ruido desesperante que les impide realizar sus actividades cotidianas con normalidad.
Mencionó también que, desde que se instaló la empresa en la zona, las plantas se secan y las piedras trituradas saltan hacia su casa, generando daños materiales. Entre tanto, señala que la muerte de sus animales sería a causa de la fábrica.
“El Estado nos pide respetar la cuarentena y quedarnos en nuestras casas, pero con esta planta trituradora al lado nuestro nos genera mucho estrés y prácticamente nos están enterrando en polvo y piedras. Además, la Fiscalía no hace nada”, refirió la mujer.
A su vez, manifestó que la fábrica pertenecería a un diputado, por lo que lamenta que políticos colaboren para la intranquilidad de los vecinos.
En el lugar fueron instaladas dos plantas trituradoras del Consorcio Ybytyruzú, cuyo representante sería Jorge Regeiro, según los denunciantes.
El fiscal del medio ambiente, Erico Ávalos, indicó que los denunciados presentaron una licencia ambiental del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) para trabajar en ese lugar y que es una actividad momentánea.
Así también, comentó que las partes incluso iban a llegar a un acuerdo, pero que finalmente no se dio, por lo que continuarán investigando.
“Estamos analizando la licencia y voy a pedir la constitución de los fiscalizadores del Mades para analizar los trabajos que se hacen ahí, para cotejar si cumplen con las medidas de mitigación”, finalizó el fiscal.