Sonia Cáceres, presidenta de la Asociación de Empresas Paraguayas de Proveedoras de Eventos (Aseppe), indicó que si bien están satisfechos porque los asociados de todos los departamentos y ciudades que entraron a fase 4 podrán organizar eventos con algunas restricciones, les preocupa mucho la situación de aquellos que desarrollan la actividad en la capital y Central, así como en Ciudad del Este, porque la situación que atraviesan es calamitosa y no pueden seguir esperando para trabajar.
Cáceres añadió que recurrirán a un asesor legal que les sugerirá los pasos a seguir, para tomar medidas legales que les permitan trabajar, “porque se nos está negando un derecho fundamental que figura en la Constitución Nacional”, resaltó la dirigente del sector.
“Nos tiraron a los leones, estuvimos trabajando en el protocolo, que nos rechazaron un montón de veces hasta que aceptaron el plan que quedaría para poder entrar a trabajar. Pero hay cosas que no cuadran ahora, como por ejemplo que se podrán realizar expo y ferias, con supuestamente no más de 50 personas, pero que no serán catalogadas como eventos, pero igual, son eventos, aunque a nivel comercial”, expresó con indignación Cáceres.
Agregó que, incluso, se realizan eventos en forma clandestina o no asumidos con una gran cantidad de personas, que la Aseppe como tal solicita que se blanqueen y también se les permita a los miembros de este gremio a organizar actividades similares, pero con poca cantidad de asistentes, hasta 20, como ellos propusieron a la cartera de Salud.
También se permitirá la realización de eventos con promotores en espacios físicos que reúnan ciertos requisitos en cuanto a la extensión del lugar, que también se encuentran dentro de la categoría de eventos.
Medidas drásticas. “Nos vemos obligados a tomar medidas más drásticas lastimosamente por lo anunciado ayer (por el viernes). Ni la representante del Ministerio del trabajo ante el COE o la misma ministra Bacigalupo nos ayudó, ningún ministro. Estamos luchando totalmente solos”, expresó Cáceres, quien anunció que desde mañana las empresas organizadoras de eventos se verán obligadas a despedir a su personal, con lo que más de 2.000 personas podrían quedar en la calle.