Las principales calles y avenidas de la Gran Asunción deben soportar todos los días el paso de casi 800.000 vehículos.
Según los datos del Registro Único del Automotor (RUA), en la capital del país están matriculados 342.642 rodados. Mientras que en el área metropolitana están inscritos 446.506, suma que arroja como resultado que son 789.148 las máquinas que, ante la falta de concreción de los principales proyectos mitigadores, terminan por colapsar el tránsito.
En comparación a solo 4 años atrás, el parque automotor en Asunción creció en un 46% y en las ciudades aledañas un 92%. En el 2011 eran 466.934 los vehículos registrados en Asunción y Gran Asunción.
“Imposible ya es circular por las avenidas principales. Ya no hay horas pico, todo está colapsado”, sostiene el taxista Carlos Rolón, quien desde hace 20 minutos intenta cruzar sin mucha suerte el Mercado 4 en Asunción.
Largas hileras de autos y motos esperando que el semáforo dé verde, impaciencia traducida en bocinazos y horas perdidas sobre el asfalto ya no son novedades para el ciudadano que vive en Gran Asunción. De acuerdo con estudios hechos por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), un ciudadano que viene de San Lorenzo al centro de Asunción para trabajar pierde entre 3 y 4 horas al día en el tráfico.
Desmedido. Para el urbanista Luis Alberto Boh y el ingeniero José Tomás Rivarola, el deficiente sistema de transporte público, reflejado en buses chatarra y problemas de frecuencia, fue empujando al ciudadano a movilizarse en vehículo particular. Según la Encuesta Permanente de Hogares 2014, en la ciudad capital viven unas 512.952 personas. Esto significa que en promedio hay 1 vehículo por cada 1,5 habitantes.
Si se tiene en cuenta que, de acuerdo con el mismo estudio hecho el año pasado el área metropolitana tiene una población de 2.373.831; en las ciudades aledañas a Asunción se tiene como resultado 1 vehículo por familia (compuesta por 5 miembros).
Soluciones. Las Comunas poco y nada han hecho para aliviar esta situación. Las intervenciones municipales se centran prácticamente solo en poner a agentes para dirigir el tránsito en los cruces más caóticos, a veces con ayuda de la Patrulla Caminera.
La Municipalidad de Asunción encaró a cuentagotas los planes mitigadores recomendados por el Plan Ceta ya a fines de los 90, como la construcción del viaducto sobre Eusebio Ayala y República Argentina (cuestionado por su estrechez), la aplicación de la onda verde con la renovación semafórica y el asfaltado de algunas vías alternativas.
Ante esta inacción, el Gobierno empezó a impulsar desde comienzos de esta década proyectos de sistemas masivos de movilidad que ahora están dando sus primeros pasos, como el Metrobús y el Tren de Cercanías.
El Metrobús actualmente se encuentra en etapa de trabajos prediales y catastrales del trayecto, mientras avanza la licitación para el tramo central, que iría desde Eusebio Ayala y General Aquino hasta el Campus de la UNA, sobre Mariscal Estigarribia. Este proyecto plantea la renovación de 600 colectivos chatarra, con el objetivo principal de reducir a 45 minutos el viaje entre el centro de Asunción y San Lorenzo, motivando al ciudadano a dejar el auto en casa y disminuir el caótico tránsito. Prevé mejorar la calidad de vida de unos 300.000 ciudadanos.
En tanto que para el Tren de Cercanías, en la actualidad Fepasa finaliza el proceso de selección de asociados para iniciar ya la construcción de los primeros 22 kilómetros, que unirían en 30 minutos a la Estación Central en Asunción y la Estación en Luque. Se estima que podría movilizar a 110.000 personas.