Los ataques le vienen de todas partes en los últimos días, pero, sin duda, la puñalada más notoria al empresario Horacio Cartes provino de la Cámara de Diputados ayer, cuando una alianza del oficialismo y de la oposición bloqueó el intento de Honor Colorado de destituir al ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio.
La jugada magistral que produjo el giro en la postura de la mayoría de las bancadas, que estaban dispuestas a votar a favor del juicio político, fue la denuncia de Giuzzio ante la Comisión Permanente del Congreso, revelando el esquema de tráfico de cigarrillos y lavado de dinero vinculado a Horacio Cartes que, incluso, involucró al candidato presidencial Santiago Peña. La iniciativa de escuchar al ministro en el Congreso fue de la senadora oficialista Lilian Samaniego, mientras que el vicepresidente Hugo Velázquez se encargó de conversar con la oposición.
La mayoría de liberales, Patria Querida, Encuentro Nacional y Hagamos, con posturas críticas hacia la gestión del ministro debido a los últimos hechos de inseguridad, asumieron la posición política de abstenerse a votar, para dar el mensaje de que no entrarían al juego de los colorados, con rencillas previas a las elecciones internas. La oposición interpretó que Giuzzio se animó a hacer la denuncia, siendo una piedra en el zapato de Cartes, y decidieron no apoyar su destitución.
De ese modo, la votación resultó en 27 votos a favor del juicio político, 15 en contra, 25 abstenciones y 13 ausentes. Solo tres liberales votaron con Honor Colorado, los aliados Édgar Ortiz, Enrique Mineur y María de las Nieves López.
Se necesitaba mayoría de dos tercios, lo que significa que con 67 presentes, requerían mínimo de 45 votos para aprobar el libelo acusatorio y proseguir el juicio político en el Senado, donde se decidía su continuidad o destitución.
Empezó con la acusación el diputado llanista Édgar Ortiz, quien fue uno de los autores del libelo, pero solo dio un discurso político. Negó que su postura en contra de Giuzzio sea influenciada por la interna colorada, y que su preocupación es la inseguridad por la mala gestión del ministro.
El liberal Celso Kennedy justificó su abstención diciendo que el intento de juicio tiene un tinte electoralista y de lucha interna entre la dirigencia del Partido Colorado.
Por su parte, el diputado colorado Hugo Ramírez señaló que es desacertada la intención de sacar a Giuzzio, sobre todo por intereses de un sector político. “Si el ministro Giuzzio se va, el crimen organizado saca pasaporte paraguayo. Yo quiero que mi cédula siga diciendo República del Paraguay, y que no se transforme en la República del sicariato”, manifestó el velazquista.
Del mismo modo, el colorado Roberto González afirmó que no es momento para un juicio político, pese a que no defiende a Giuzzio. “Es oportunismo pretender llevar a juicio político a Giuzzio en este momento, aprovechar coyunturas. Luego de que el ministro haya formulado acusaciones muy fuertes contra organizaciones mafiosas, se presenta el juicio político. Hay denuncias irrefutables”, resaltó.
La colorada Jazmín Narváez pidió dejar las confrontaciones. “Mientras nos confrontamos, el pueblo es quien está padeciendo”, apuntó.
Vendetta. El diputado del Partido Patria Querida (PPQ) Sebastián Villarejo calificó al libelo como un show. “Es claro que este juicio político viene a partir de una vendetta. Alguien le dio una idea para chuparle la media a Horacio Cartes cuando lo más lógico era una interpelación. No nos vamos a prestar a un show y vamos a abstenernos, se bastardea una herramienta constitucional”, destacó.
Ausencia de Fiscalía. Villarejo criticó que la Fiscalía no intervenga. “¿Dónde está la Fiscalía General del Estado? No puede quedar callada si el ministro dice lo que dijo ayer”, apuntó el legislador.
La diputada del Partido Encuentro Nacional (PEN) Kattya González subrayó que el crimen organizado no se combate con balas. “El meollo, la parte más decisiva del crimen organizado es el circuito del dinero. Es la ruta de inmensas, incalculables cantidades de dólares del narcotráfico y otras actividades criminales que deben reingresar y ‘lavarse’ para ocultar su origen y retroalimentar el sistema”, sentenció.
El más enfático en las acusaciones contra Giuzzio fue el líder de la bancada cartista Basilio Núñez, quien dijo que la intención de la denuncia es bajar a Cartes de su candidatura a la presidencia de la ANR, al igual que a Santiago Peña.
Finalmente, la liberal Celeste Amarilla dijo que el cartismo solo defiende la mafia, el contrabando de cigarrillo y el lavado, y los liberales que votan a favor del juicio están con ellos. “Estamos los liberales que no queremos la plata de Cartes ni los cargos de Marito”, aseguró.