La comitiva encabezada por Peña hizo varias promesas a su paso por el Departamento de San Pedro ante las múltiples demandas manifestadas por los pobladores. En el área productiva estuvo como representante Julio César Chilavert, de la Cooperativa Kóga Poty, quien señaló: “El freno de desarrollo de nuestra comunidad Colonia Andrés Barbero es la imposibilidad de acceder a créditos por no tener título de propiedad, situación en la que está la propia cooperativa”.
Para el agricultor hay esperanzas, ya que el sector está trabajando con el Banco Nacional de Fomento para contar con un centro de acopio de granos, una clasificadora y fábrica de balanceados, mientras que las tierras que ocupan están a nombre del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra, pero está pendiente su transferencia a los beneficiarios finales.
Ante esta preocupación, Peña respondió con promesas. “Este es un departamento rico que lastimosamente ha sido empobrecido. “Yo no voy a descansar hasta que los sampedranos no solo puedan comer tres comidas diarias, yo no voy a descansar hasta que cada sampedrano tenga su título de tierra, su trabajo, su ingreso”, dijo.
A su vez el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez, comentó que la institución dotó de una maquinaria a los socios, de los cuales poco más de 100 apostarán este año al cultivo de soja. Resaltó la importancia de trabajar del modelo cooperativo, dejando atrás las divisiones y disputas.
Los agroempresarios Alfred Fast, de la Federación de Cooperativas de la Producción y Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción, también defendieron el cooperativismo porque une a los pequeños y grandes productores. Por ejemplo, los agricultores de hasta 20 hectáreas tienen una participación del 23% en las más de 3,5 millones de hectáreas de siembra de soja y reciben apoyo del sector privado para desarrollar sus proyectos.
En el caso de la Colonia Barbero, los pobladores están arrastrando dos años de sequía y esperan recuperarse en la campaña 2023-2024, más aún porque la cooperativa de la comunidad apunta a un crecimiento para integrar a sus actividades la producción ganadera, la horticultura, la mandioca, el cáñamo y la piscicultura, con miras a diversificar los rubros y no depender solo de la soja.
Las tareas de siembra están habilitadas desde el 1 de setiembre. Los gremios productivos están optimistas y esperan alcanzar una superficie de entre 3,5 y 3,6 millones de hectáreas con una expectativa de 10 millones de toneladas.