Esta propuesta fue puesta sobre la mesa de discusiones del Equipo Económico Nacional por el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, según confirmó la ministra de Trabajo, Mónica Recalde.
La secretaria de Estado confirmó que el Poder Ejecutivo inició un debate interno para revisar la fórmula de ajuste del salario mínimo legal, actualmente basada en el índice de precios al consumidor (IPC).
En ese sentido, Recalde comentó que Fernández Valdovinos planteó durante la reunión del Equipo Económico, el martes último, la necesidad de revisar este mecanismo, ya que no refleja con precisión el impacto real de la inflación, especialmente en el costo de alimentos. “Este junio será difícil cambiar la fórmula, pero se trabajará durante el año para encontrar mejores mecanismos que midan la pérdida de poder adquisitivo”, afirmó Recalde. Añadió que la canasta básica, que representa entre el 60% y 80% del consumo de los asalariados, es el principal foco de preocupación del Ejecutivo.
La ministra resaltó que durante la última reunión del Equipo Económico también se analizaron medidas para mitigar el impacto del costo de vida sobre la clase media, entre ellas una eventual reducción del precio del combustible y una tarifa diferenciada para el consumo eléctrico.
“El presidente Santiago Peña dio instrucciones claras para avanzar en políticas que alivien el gasto de bolsillo de los sectores más afectados”, concluyó Recalde.
Entretanto, Fernández Valdovinos manifestó, durante una entrevista radial, su preocupación por la creciente diferencia entre la evolución de la canasta total de consumo que utiliza el Banco Central del Paraguay (BCP) y la canasta de alimentos, que se considera más representativa del consumo de quienes ganan el salario mínimo.
“El Banco Central mide bien la inflación, pero lo hace con una canasta útil para la política monetaria, no para definir el salario mínimo”, explicó Fernández Valdovinos.
Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), desde 2021 se incrementó significativamente la brecha entre ambas canastas, alcanzando una diferencia del 15% hacia marzo de este año. “Eso implica que quienes ganan el salario mínimo están perdiendo poder adquisitivo de manera preocupante”, advirtió el titular del MEF.
Tras conocer el planteo del Gobierno de cambiar la metodología de cálculo para el reajuste salarial, las centrales obreras volvieron a insistir en que el índice de precios al consumidor (IPC) utilizado por el Banco Central del Paraguay (BCP) para reajustar el sueldo mínimo no refleja el verdadero costo de vida. Según estudios técnicos de los gremios, el poder adquisitivo de los trabajadores cayó entre 35% y 40% entre 2021 y 2024. Ante esta situación, las centrales consideran que el reajuste propuesto con base en el IPC del BCP es “absolutamente insuficiente” y sugieren que, como mínimo, el incremento salarial sea del 20% para compensar en algo la pérdida de poder adquisitivo. También plantean la necesidad de indexar el salario mínimo a la inflación real, dado que otros valores, como multas y tarifas, se ajustan automáticamente en función de este parámetro.