Una comitiva integrada por el procurador general, Sergio Coscia, inició ayer los trámites en Montevideo, Uruguay, en representación del Gobierno Nacional, para la captura y extradición de los paraguayos Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, prófugos de la Justicia paraguaya, a quienes recientemente el Brasil retiró el estatus de refugiados del que gozaban desde el 2003.
Según el informe de la Interpol, los tres compatriotas abandonaron el Brasil y habrían ingresado al Uruguay de manera ilegal y estarían localizables.
Ante esta información, ayer una comitiva, compuesta por Coscia, el embajador Federico González (asesor ad honórem del presidente de la República), el abogado José Pereira (director de Asuntos Legales del Ministerio de Relaciones Exteriores), acompañados por Rogelio Benítez, embajador ante Uruguay, realizó presentaciones ante el Ministerio de Relaciones Exteriores del vecino país. Específicamente, presentaron el pedido de la orden de captura internacional con la activación del código rojo de la Interpol y la extradición que incluye un pedido de orden de captura con esos fines.
Según boletines de prensa de la Procuraduría y de la Cancillería Nacional, las autoridades uruguayas dieron señales de interés y apertura al pedido del Paraguay.
La conversación fue con los embajadores Daniel Castillos y Raúl Pollak Giampietro, director general y director general adjunto, respectivamente, para Asuntos Políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay; y José Luis Rivas, jefe de Gabinete.
La intención del Gobierno Nacional también es impedir que Arrom y compañeros, procesados por el secuestro de la señora María Edith Bordón de Debernardi, obtengan refugio político en el Uruguay para eludir de nuevo rendir cuentas ante la Justicia paraguaya.
El 14 de junio pasado el Comité Nacional para los Refugiados (Conare) de Brasil revocó el estatus de refugiados a los tres paraguayos, quienes luego apelaron esta decisión, pero finalmente el 23 de julio último, el ministro de la Justicia de Brasil, Sergio Moro, rechazó la apelación. Cuando se aguardaba que el Supremo Tribunal de Brasil emita una orden de captura contra ellos, huyeron a Uruguay.