“No tenemos por qué dar explicaciones sobre este tema. La frontera son 740 kilómetros. Estamos hablando de dos cuadras y media dentro de nuestra casa. No tenemos por qué explicarle a Bolivia lo que estamos haciendo”, dijo Sáenz en declaraciones al canal La Nación Más.
El Gobierno provincial anunció este lunes, a través de su Boletín Oficial, la licitación de un “alambrado perimetral” en el cruce fronterizo de la localidad de Aguas Blancas con la ciudad boliviana Bermejo.
La valla tendrá de 2,5 de alto y se instalará desde la oficina migratoria argentina y la terminal de buses con el objetivo de frenar el flujo migratorio que llega desde Bolivia.
La Cancillería boliviana consideró que “cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.
Sáenz calificó el comunicado del país vecino de “cómico”, y afirmó: “Nosotros podemos explicar en tanto y en cuanto estemos invadiendo su frontera o el país, pero no se está haciendo eso. Este alambrado solo está ocupando el tejido municipal de Aguas Blancas”.
Esta valla forma parte de las medidas contempladas en el llamado Plan Güemes, presentado por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, a principios de diciembre pasado en Salta, y según la funcionaria tiene por objetivo combatir el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas. EFE