Las denuncias sobre las irregularidades en la gestión del gobernador del Departamento de Ñeembucú, el liberal Carlos Silva, continúan y ahora se suma una supuesta millonaria sobrefacturación en la compra de turrones de maní, que forma parte del complemento nutricional distribuido con la merienda escolar en las distintas instituciones educativas del citado departamento.
De acuerdo con el contrato firmado entre la Gobernación y la empresa Vega SA, propiedad de Néstor Daniel Vega, cada turrón costó G. 2.200 cuando en el mercado, el mismo producto cuesta G. 1.050. Esto según la propia lista de precios de la distribuidora del producto.
Para la adquisición del complemento nutricional, que incluye cereales, turrones y galletitas dulces, Silva llamó a licitación, saliendo ganadora Vega SA, a pesar de que otra empresa ofreció un precio menor para el turrón.
En principio, el costo total de la adjudicación era de G. 3.219.996.000, posteriormente, con el argumento de que se necesitaban más cantidad de galletitas dulces, por medio de una adenda, el presupuesto aumentó G. 449.010.000 llevando el monto total a G. 3.669.006.000.
El sobrecosto en la compra de turrones sería de poco más de G. 1.000 millones, realizando la deducción de la suma de G. 2.115.036.000 que alcanzó la compra con el costo de los turrones a G. 2.200.
Si la compra se hacía con el precio real del mercado, el monto a pagar debía ser G. 1.009.449.000.
La cantidad comprada de turrones es de 961.380.
La adjudicación es por 18 meses y 152 instituciones educativas deben ser beneficiadas con la merienda escolar.
Édgar Morell, candidato a gobernador de Ñeembucú por el PLRA, era el secretario de Educación de la Gobernación y el mismo firmó su conformidad con la adjudicación.
Desde Última Hora intentamos comunicarnos con el gobernador, pero el jefe departamental no respondió a los llamados, y tampoco pudo ser contactado por el corresponsal de este diario en la zona.
OTROS CASOS. La supuesta sobrefacturación de los turrones no es el único caso en el que está envuelto Silva.
Se pueden mencionar el hospital-escuela, que tuvo un costo de más de G. 10.000 millones, que en apenas dos años de su construcción presenta innumerables daños en la infraestructura, desde fisuras en las paredes, pisos levantados, problemas con agua servida, etcétera.
También se puede citar la construcción del mercado popular del productor ñeembuqueño, que tiene un costo de G. 26.000 millones.
Ya fue desembolsado más del 80 % del presupuesto, pero el pago no condice con el estado de las obras. Además de que se encuentra en una zona inundable.
Otra obra mal hecha, con una millonaria inversión, de más de G. 24.000 millones, es la de las rutas tipo ripio, que no cumplen con las especificaciones del pliego de bases y condiciones.
Estas tres obras fueron construidas por la empresa BGF, ligada al diputado liberal Dionisio Amarilla, cercano a Silva.