La frutilla es uno de los frutos que existen en abundancia en esta temporada en el Departamento Central. Las condiciones climáticas han permitido una cosecha de gran calidad, principalmente en la zona de Areguá, cuyo tipo de suelo le resulta propicio. Esta temporada es posible disfrutar de frutos de mayor tamaño, mejor textura y masa interna, además del característico aroma y particular sabor.
Pero la frutilla no solo se distingue por su sabor y aroma, además de su aspecto particular. Se trata de un fruto con numerosas propiedades que benefician al organismo.
BENEFICIOS
Dentro de la gama de opciones frutales, la frutilla posee una gran cantidad de vitaminas (A, C, E y B1, B2, B3 y B6) y minerales, como el hierro, calcio, magnesio, potasio, fósforo, yodo, antioxidantes, fibra, ácido fólico y otros, indispensables para los seres humanos.
El portal del Ministerio de Salud Pública —a través de su portal digital— destaca que el consumo de esta fruta de estación, otorga numerosos beneficios al organismo.
“Además de formar parte de una opción saludable para la alimentación, actúa como desinfectante, antiinflamatorio y desintoxicante. Interviene en la disolución de cálculos renales, biliares, en las deficiencias hepáticas, hipertensión y retención de líquidos”, señala el material informativo de la cartera de salud.
Igualmente, indica que la frutilla es beneficiosa en el campo de trastornos reumáticos, artritis, y para aquellos que presentan ácido úrico alto, “ya que tiene propiedades diuréticas y ácido salicílico”.
Por otro lado, se indica incluso que es aconsejable para diabéticos, por sus componentes; esto, considerando que cuenta con fibra soluble que facilita la absorción de carbohidratos, al tiempo que contribuye a mantener en equilibrio los niveles de azúcar en sangre.
Según los especialistas, la frutilla es un excelente anticoagulante y útil en la formación de glóbulos rojos y blancos. Además, ayuda a depurar la sangre, a limpiar el aparato digestivo y en la prevención de caries, gracias a su componente de xilitol.
CONSERVACIÓN
Para la conservación de las frutillas, y para evitar su deterioro acelerado, se recomienda no quitarles el pedúnculo ni las hojas verdes, no lavarlas ni humedecerlas hasta que se las vaya a consumir.
Igualmente, se sugiere conservarlas en la heladera, en recipientes semicerrados, incluso en cajas de madera, que ayudan a conservar un nivel adecuado de humedad y temperatura dentro del refrigerador. En el caso de cubrirlas con un plástico o filme, es conveniente que tenga orificios que permitan la circulación del aire.
Es preferible que no estén unas encima de otras sino extendidas en una bandeja. Como la humedad puede hacer que les crezca moho, una buena práctica es forrar el fondo con papel de cocina para que absorba la humedad.
Variedad
La frutilla, con su sabor que mezcla lo dulce con lo ácido, permite ser utilizada en diferentes formas y en recetas variadas de postres y ensaladas.
Una de las formas más sencillas y prácticas para disfrutar de su sabor es la mezcla con productos de sabor intenso o con los cítricos.
Un postre fácil de preparar pero de gran sabor se obtiene mezclando la frutilla con miel de abeja, canela y toques de jugo de naranja y/o yogur de vainilla.
Igualmente, puede ser utilizado con chantillí o leche condensada, en proporciones que no anulen el sabor ácido del fruto.
También es aplicado en platos de ensalada con productos verdes, a la par que la manzana.