El año pasado, Frida –la perrita rescatista de la Marina de México– salvó a 12 personas que quedaron bajo los escombros después de un terremoto en el estado mexicano de Oaxaca.
Con su heroica misión conquistó a todo el mundo y ahora ya tiene su propia estatua, junto a su entrenador Israel Arauz. Ambos quedaron inmortalizados en una escultura de bronce.
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La estatua está en el Parque Ecológico del Estado de Puebla y su inauguración fue reciente. La talla de Frida hasta tiene las gafas que utilizó en el rescate que desplegó a cientos de rescatistas de la Marina el año pasado; también fueron movilizados otros perros de salvamento, pero ella fue la que más se destacó.
En la placa, que está a los pies de la estatua, hay un texto que reza: “Símbolos memorables de la Fuerza que podemos tener las y los mexicanos cuando decidimos unirnos por grandes causas”, resalta una publicación de El País.
Frida es una hembra labrador que participó no solo en el rescate de México. También formó parte de misiones internacionales, en países como Haití, Guatemala y Ecuador.