La secretaria de la organización, Teodolina Villalba, explicó que el tomate se vende entre G. 3.000 y G. 4.000 el kilogramo, mientras que el locote está apenas G. 800. Sin embargo, el mayor inconveniente es que los agricultores ni siquiera están logrando ubicar su producción y en el caso del locote están empezando a desecharlos. “Como siempre el productor no está siendo acompañado”, lamentó.
Atendiendo a que está prohibida la importación de tomate y de locote verde como medida para apoyar la venta de productos nacionales, la FNC cree que este comportamiento se debe al contrabando que está abasteciendo la demanda local.
A este inconveniente se suma la necesidad de contar con más infraestructura como invernaderos y pozos artesianos para hacer frente a los factores climáticos, según expusieron los dirigentes al ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni.
Al respecto, Villalba manifestó que muchos de sus compañeros perdieron sus infraestructuras con las últimas tormentas.