El director interino del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk, comentó hoy las perspectivas regionales, que situó en el 6,3% de crecimiento para este año y el 3% para 2022.
“Creemos que tomará un tiempo, quizá ni siquiera dentro de nuestro horizonte de proyecciones de cinco años para que el producto interior bruto (PIB) de la región vuelva a donde estaba antes de la pandemia”, afirmó Chalk.
En una rueda de prensa, recomendó a los países que se preparen “para que esta recuperación no sea un camino lineal” y anticipen “un camino largo y sinuoso”.
Con la llegada del Covid-19, Latinoamérica vio desplomarse su actividad económica el pasado año con una contracción del 7%, muy superior a la media global, que fue de una caída del 3,1%.
El funcionario advirtió, en concreto, del sustancial incremento de la pobreza y “la cada vez más precaria situación de la clase media” en la región como grandes lastres para el avance económico.
Para el organismo, los principales riesgos a la baja son el surgimiento de variantes del Covid-19 más “contagiosas y letales”, el endurecimiento de las condiciones financieras globales y “el malestar social” al aproximarse un año con un ocupado calendario electoral.