El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) salió al paso de las denuncias difundiendo un escueto comunicado, en el que asegura que los daños son superficiales y no representan peligro para la estructura.
“La pared del túnel está conformada por una pantalla de pilotes de hormigón que representa la estructura de la pared del túnel y además lleva un revestimiento de protección que consiste en una pared de ladrillos de hormigón. Se usa este tipo de revestimientos para que los casos de accidentes que afecten al revestido sean de rápida reparación”, expresa el texto.
Según explicaron los trabajadores, la firma española Corsán-Corviam Construcciones SA (del grupo Isolux Corsán) les apura para arreglar rápidamente las grietas, ya que la obra está en la mira. “Todavía no están terminando la obra, pero ya se está fisurando la pared”, dijo un obrero.
PRECARIEDAD. El personal lamentó además la precariedad en la que deben trabajar en la obra, ante la vista gorda de las autoridades. Simplemente no tienen opción, dicen. La propaganda gubernamental habla de generación de empleos dignos, pero lo que ocurre con los obreros de una de las obras más publicitadas está lejos de ese ideal.
Cualquier persona que pasa por el sitio puede constatar las duras condiciones en que trabajan los obreros. Ni siquiera tienen un lugar con las mínimas condiciones para almorzar. Lo hacen en el suelo, sentados sobre un pedazo de madera o en la vereda y al cobijo de la sombra de algunos arbustos en el lugar, que apenas atenúan el sofocante calor.
Recortes. Recordemos que la contratista española no ejecutará obras clave que se previeron en el proyecto inicial del superviaducto, por recortes que favorecen enormemente a la contratista. Se trata de obras por un total de USD 3 millones que la empresa ofertó y percibirá del Estado, sin completar la construcción del paso a desnivel. Así señala un informe elaborado por el ingeniero Hermann Pankow, que diseñó la infraestructura en construcción, y un experto en instalaciones eléctricas. Se le consultó a Pankow sobre las fisuras que denunciaron los obreros y señaló que “si el hormigón se rompe así, es porque sufrió un esfuerzo no previsto, un error de diseño principalmente”.