Luego de estar diez días en la clandestinidad, María Selva Morínigo, esposa del ex fiscal general del Estado Javier Díaz Verón, se presentó en la Fiscalía, donde se la investiga por lavado de dinero.
La mujer se presentó alrededor de las 7.00 de la mañana en la Comisaría 14ª Metropolitana. Luego fue llevada ante la fiscala Carmen Gubetich, pero se abstuvo de declarar. De la sede fiscal fue al Palacio de Justicia para la audiencia de imposición de medidas.
A pesar de haberse mantenido al margen de la Justicia, la mujer fue llevada en el automóvil particular de su abogado, un lujoso Mercedes-Benz de color blanco.
La fiscala Gubetich admitió que no fue el procedimiento correcto, pero le concedió ese privilegio por tratarse de una mujer. “Tendría que irse en la patrullera. Yo creo que si ya se puso a disposición, no se va a fugar. Su intención es llegar al Tribunal y ponerse a disposición, a ver si logra la medida”, expresó, para luego agregar. “Normalmente, si era un varón, iba a ser trasladado en la patrullera. Con la mujer yo tengo otro perfil. Soy feminista”.
María Selva prácticamente no dio declaraciones a los medios.
Cuando se le consultó dónde está su marido, dijo: “Está en mi corazón”.
En el momento en que se le insistió sobre si también su esposo se presentaría ante la Justicia, respondió: “Cuando sea el momento. Todavía no está fijado”. Luego añadió que ambos son inocentes en este caso que se les imputa.