Por Enrique V. Cáceres Rojas
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Con feriado bancario, feria judicial y receso parlamentario, culmina 2006 y se inicia 2007. Paraguay requiere de dinamismo, productividad, competitividad y trabajo, para superar su estancamiento económico global y hacerse visible en el concierto comercial de las naciones. Pero, difícilmente lo logrará si no se erradican ciertas prácticas y costumbres perimidas como el feriado bancario del último día hábil del año, la feria judicial de enero y los más de tres meses de receso parlamentario.
Vayamos por parte. 1) El feriado bancario: se origina en un decreto de 1949 que tuvo como fundamento el cierre contable anual e inventario que entonces requería la paralización de la actividad. Hoy, en plena era dominada por la tecnología de punta y la informática, resulta sinrazón aquella medida quizá justificada 57 años atrás. Y con el agravante de su contagio a las financieras, casas de cambio y sociedades de ahorro y crédito, cuando el funcionamiento de la economía se hace cada vez más dependiente de estos agentes de intermediación financiera. Alvin Toffler, el conocido autor de “La Tercera Ola”, en su reciente obra “La Revolución de la Riqueza” critica a la banca que no está en sintonía con la evolución del sector minorista de la economía y afirma que en el mundo moderno debe suprimirse la diferencia entre el horario comercial y el bancario, adaptándolo a la necesidad del ciudadano que conforma aquel gran sector. Entonces, es cuestión de que se eliminen o modernicen los viejos sistemas, poniéndolos en sintonía con la realidad del nuevo siglo. Ello requiere redefinir los flujos de información, los procesos contables, los horarios de trabajo y hasta los feriados en el sector financiero.
2) La feria judicial: medida de antaño, recogida por la Ley Nº 879/80 “Código de Organización Judicial”, que, sin fundamento alguno, se limita a disponer el mes de enero como feria en un país donde la mora judicial alcanza niveles impredecibles y las penitenciarías se hallan atiborradas de ciudadanos sin condena. Entonces, mantener esta feria es atentar contra la propia Justicia.
3) El receso parlamentario: la Constitución Nacional se limita a disponer que ambas Cámaras del Congreso tendrán un periodo de receso desde el veinte y uno de diciembre al primero de marzo. Pero, contradictoriamente, la misma Constitución establece el Estado Social de Derecho, y ello exige que todo el sistema jurídico, administrativo, económico y financiero del país se encuentre debidamente legislado. Sin embargo, cuántos proyectos de leyes se hallan durmiendo el sueño de los justos en un Congreso que antes del receso necesita de sesiones permanentes para actualizar la legislación conforme a las ingentes necesidades de la nación. En fin, que el feriado bancario, la feria judicial y el receso parlamentario son simples ejemplos de cómo se destruye un país. Levantemos Paraguay eliminando estas sinrazones, exigiendo más trabajo y menos ocio a gobernantes, servidores públicos y agentes de la economía.