En cierta forma comparto las apreciaciones del reconocido experto en cuestiones energéticas, en el sentido de que en el país somos muy rápidos para opinar, sentar postura y condenar o exculpar a las personas, más aún a las que ocupan cargos públicos importantes.
Solo que el afán de dar un parecer antes que otros lo hagan no nos permite analizar la situación en su contexto y mucho menos escuchar a la parte acusada o denunciada.
Este apresurado tiroteo puede llevarnos a tomar decisiones imprecisas o incorrectas, que al final pueden generar más perjuicios a los intereses del país, que hoy día todos estamos decididos a defender.
Si la real preocupación de la ciudadanía está en defender los soberanos derechos del país en la Itaipú Binacional, lo mejor que se puede hacer es acercar las ideas, propuestas o estrategias para que los encargados de la negociación tengan todas las opciones y también los argumentos a favor de Paraguay.
Pero el simple tiroteo, las críticas y la denigración de las personas solo debilitarán la postura paraguaya a la hora de negociar con los brasileños, que por cierto muestran una postura sólida, prudente y se dejan ver muy seguros de lo que buscan en Itaipú.
Si bien es cierto que entre los negociadores paraguayos para la revisión del Anexo C de Itaipú están personas con la credibilidad bastante desgastada, aún estamos a tiempo de buscar mejores y más dignos representantes, que nos den la seguridad de que defenderán los intereses del país en la binacional.
Ya no queda mucho tiempo para que paraguayos y brasileños se sienten para escuchar las propuestas, por lo que los líderes políticos, sociales y gremiales deberían de hacer un mayor esfuerzo para unificar criterios y mostrar ante la contraparte que sabemos lo que queremos.
Si la contraparte nos sorprende en medio de un tiroteo interno, con muestras de debilidad y sin respaldo de la sociedad, ya habrá obtenido por los menos la mitad de sus objetivos y lo más probable es que los reclamos paraguayos sufrirán fuertes recortes y, por qué no decirlo, sean hasta ignorados en algunos puntos.
Reconocidos analistas recomiendan que el Ejecutivo intente de manera decidida el acompañamiento de los poderes del Estado, consensúe posturas y busque el apoyo de la sociedad.
Para lograr esto es necesario que el Ejecutivo sea transparente en sus gestiones, cambie posiblemente algunos de los jugadores principales y escuche a todas las partes que desean y pueden aportar ideas y estrategias para la hora de la negociación.
La designación de Euclides Acevedo como canciller nacional y coordinar del equipo negociador puede ayudar a acercar a los distintos sectores políticos y sociales, con miras a dar participación a un amplio sector de la sociedad.
El Ejecutivo ya avanzó bastante en la parte técnica, ahora hace falta que dichos estudios sean compartidos con los sectores políticos y organizaciones sociales, con miras a un diálogo constructivo en donde todos aporten sus ideas.
La designación del Federico González al frente de la Itaipú sin duda reavivó el debate en torno al futuro de la hidroeléctrica. El mote de “vendepatria” golpeó fuerte al funcionario publico. El presidente Mario Abdo hace lo posible por defenderlo y reivindicar su figura.
Sin embargo, será difícil sacar de la mente de la ciudadanía algo que lastimosamente ya se encuentra instalado.
Solo se le puede pedir a la sociedad toda dar un alto al tiroteo, conceder una oportunidad al Ejecutivo de dejarse ayudar por los demás sectores de la sociedad y hacer los cambios o ajustes que sean necesarios.
No podemos perder los legítimos derechos en Itaipú solo por tirotear a Federico.