Unas veinte familias de Asunción se unen cada diciembre para llevar productos no perecederos y ropas a pobladores de Aba’i, una localidad de Caazapá.
Esta iniciativa nació hace 12 años cuando la señora Irma Aurora Gamarra (74) se dio cuenta de la necesidad que había en la zona, cuando fue a visitar a su esposo que había comprado un aserradero en esta ciudad.
“Veía que había muchísima pobreza allí. Quería ayudarles pero me di cuenta de que no podía sola, entonces pedí ayuda a dos amigas para juntar ropas y comestibles”, cuenta Irma.
No pasó mucho tiempo para que más amigos y sus familias se adhirieran a este proyecto que roba una sonrisa a niños, jóvenes y adultos que viven en carne propia la pobreza extrema en muchos lugares de la capital y el interior del país.
“Solo en Navidad lo hacemos. Quisiéramos ir todo el año, pero no podemos porque la situación allí es caótica. Son 5.000 habitantes y 3.000 están desocupados, los niños están desnudos y con hambre y los indígenas olvidados”, comenta.
Este año llegaron a Abaí el fin de semana pasado para entregar 250 paquetes de víveres. La idea de ir antes de Navidad tiene un significado: “Lo hacemos en honor del Niño Jesús”, explica Gamarra. Para los beneficiados, significa un oasis de esperanza.