09 jun. 2025

Familia de Jorgito está dispuesta a negociar y clama por comunicación

“Queremos que esto se acabe”, dice la madre del joven que desapareció de una estancia en el Norte del país. Los captores pidieron la suma de 200 mil dólares para dejarlo en libertad.

La familia de Jorge Ríos, el joven que fue secuestrado, el pasado lunes en la estancia Dos Hermanos, en la localidad de Puentesiño, Departamento de Concepción, está pasando horas de terror al no tener comunicación de los captores, que serían de la Agrupación Campesina Armada - Ejército del Pueblo.

Su madre, Elisa Barreto, en medio de la desesperación, dio un mensaje a los que tienen a su hijo, que la familia está dispuesta a negociar el pago de los 200 mil dólares exigidos. “Ya queremos negociar, le queremos a Jorge con nosotros, queremos que esto termine”, expresó.

En un clamor similar al realizado por las hijas de Óscar Denis, la madre pidió que se abra un canal de comunicación y muestren alguna prueba de vida, hecho que hasta el momento no fue realizado.

Jorge estaba viviendo desde hace un tiempo en la estancia, que pertenece a sus familiares, porque allí tenía más espacio y ventilación, comentaron sus familiares.

LLAMADAS FALSAS. Las múltiples llamadas de oportunistas que buscan alzarse con el dinero que la familia está juntando dificulta el pago de rescate, debido a que la familia sospecha que otros delincuentes están tratando de aprovecharse de la situación.

El plazo establecido en la carta dejada el día del secuestro del joven Jorge Ríos venció en la tarde de ayer, pero debido a que se viralizó el contenido, ahora piden que sean redireccionadas las instrucciones para negociar.

Carlos Aguiar, tío de la víctima y vocero de la familia Ríos Barreto, aseguró ayer que los que están llamando a la familia son avivados que pretenden alzarse con el dinero del rescate, lo que la familia está juntando con mucha dificultad entre amigos.

La familia recibió 5 llamadas el martes último, en el que los delincuentes le señalan que debían entregar el dinero en diferentes lugares del Alto Paraná y se enojaron porque pidieron una prueba de vida de la víctima. Las últimas dos llamadas fueron realizadas al padre, luego de la conferencia de prensa realizada el martes.

Ayer, pasadas las 18:00, la madre recibió otra llamada, que creyeron era de los secuestradores, pero finalmente se descubrió que era otro oportunista más.

El otro inconveniente es la situación del cauce hídrico, por el que debían navegar para llegar hasta el punto marcado para depositar el dinero, ya que tienen la información de los baqueanos de Puentesiño, que el caudal del río no es apto para la navegación.

Recalcó el pedido a las autoridades que se aparten del caso, para que la familia pueda tener la libertad de negociar el rescate y que Jorgito pueda estar pronto con ellos.