La economía paraguaya se prepara para recuperarse de un difícil 2019. Para el 2020, las proyecciones anuncian una expansión del producto interno bruto (PIB) en torno al 4%, de la mano principalmente del rebote de la soja y de la generación de energía eléctrica.
Si bien el mercado está consciente de que los sectores productivos están en condiciones de crecer en los próximos meses, falencias en la conducción económica del país ensombrecen las perspectivas para una mayor concreción de inversiones.
En este análisis coinciden Carlos Jorge Biedermann, presidente de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP); Beltrán Macchi, directivo de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay (CNCSP); y el economista Hugo Royg, de la consultora Mentu.
Biedermann menciona al tratamiento que se le está dando a la elaboración del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2020 como un ejemplo de que el Gobierno no está dando señales claras de que se ocupará de promover el crecimiento económico. “Si se va a seguir gastando mal, si el dinero se va a seguir priorizando en términos de gastos rígidos y no va a haber dinero para inversiones, vamos a seguir teniendo problemas”, sostiene.
Recuerda que según como avance el estudio del PGN, “dependiendo de lo que agreguen o inflen en los próximos días”, los gastos e inversiones rondarían los USD 14.000 millones, mientras que los ingresos tributarios estarían en USD 5.000 millones. “Hay una diferencia entre los ingresos y los egresos que se tiene que estar financiando, refinanciando, con bonos, etcétera. Es muy importante que empecemos a gastar mejor para no seguir inflando el globo”, recalca.
“Necesitamos una clara intención de eficiente conducción económica, tiene que haber señales claras de que la economía se está poniendo en el lugar que le corresponde, ”, agrega.
Beltrán Macchi considera que se deben explorar mecanismos de fondeo del sector de infraestructura, ya que advierte que se necesita del impulso de las obras públicas, pero el financiamiento no es ilimitado y la deuda no puede seguir creciendo siempre al mismo ritmo. “En el año próximo se va a necesitar algún impulso adicional en mirar nuevos esquemas de financiamiento para la infraestructura, con financiamiento privado, concesiones, alianzas público-privadas; sin embargo, el escenario político no parece muy favorable para todo esto”, asevera.
Reconoce que la inestabilidad que se da a nivel internacional exige aun más señales de confianza desde el Gobierno. “Para el Paraguay va a ser muy importante pasar este periodo con estabilidad política, de tal manera que la economía pueda recuperar su nivel de desempeño”, acota.
Hugo Royg, finalmente, cuestiona que las autoridades se estén aferrando a que persista un gran déficit fiscal, a emitir internamente bonos del Tesoro y presionar así la tasa de interés local, así como a mantener la tasa de interés del Banco Central del Paraguay (BCP) en niveles elevados. “Estamos muy rígidos con políticas muy bajas de inflación”, señala.
Tiene que sentirse que hay conducción económica. La economía funciona por expectativas.
Carlos J. Biedermann,
CAP.
El sector político tiene el desafío enorme de mantener los pilares del desarrollo de Paraguay.
Beltrán Macchi,
CNCSP.
Deberíamos ser más exigentes con la política fiscal y generar más estímulos con la política monetaria.
Hugo Royg,
economista.