Agentes contra delitos económicos, junto al fiscal Fernando Galeano, allanaron una vivienda en busca de productos falsificados y se encontraron con un laboratorio presuntamente de extorsión.
En el lugar hallaron una supuesta comisaría de la Policía brasileña, con equipos informáticos con los que se habría realizado una ingeniería social para investigar a las potenciales víctimas.
El comisario Carlos Duré dijo que los involucrados revelaron que fueron adiestrados por los chinos para tratar con las víctimas y luego para hacerse pasar de policías.
Se incautaron de uniformes falsos de la Policía Civil, equipos informáticos, celulares, además de un banner de la institución brasileña, droga y documentos.