Morales aseguró que se encuentra habilitado para ser candidato, pese a que el Tribunal Constitucional Plurinacional boliviano dictó una sentencia en diciembre en la que señala que la elección indefinida “no es un derecho humano”.
Esta sentencia indica que una persona puede ser presidente del país por solo dos periodos, ya sea de forma continua o discontinua.
El ex mandatario gobernó durante tres periodos: de 2006 a 2010, de 2010 a 2014 y de 2014 a 2019.
“Hasta este momento, estamos habilitados para ser presidente legal y constitucionalmente, eso no está en debate. Lo que están haciendo es ver cómo con los autoprorrogados buscan cómo eliminar, cómo inhabilitarme. Esa es la pelea y no están pudiendo”, afirmó Morales.
El ex presidente también dijo que cuenta con el apoyo y “es defendido” por “gobiernos de izquierda de América Latina”, y señaló como sus aliados a los presidentes Lula da Silva, de Brasil, y Nicolás Maduro, de Venezuela.
Asimismo agregó que si no quieren habilitarlo como candidato “a las buenas” será “a las malas” y que esto lo logrará con “movilizaciones”. Por su parte, los sectores sociales afines al ex jefe de Estado analizan medidas en contra del congreso del MAS, impulsado por el gobierno de Luis Arce.
“TOMAR LAS CALLES”. Morales llamó a sus seguidores a “movilizarse” en contra del congreso de los sectores cercanos al presidente y les ordenó que “se preparen para salir a las calles”.
El bloque que apoya a Morales convocó su propio congreso del partido gobernante para el próximo 10 de julio.
Arce y Morales están distanciados desde 2021, y el año pasado sus diferencias se profundizaron por la realización de un congreso nacional del partido en el que, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, el ex presidente fue ratificado como líder del MAS y nombrado “candidato único” para las elecciones de 2025.