EFE
LA PAZ, BOLIVIA
El presidente Evo Morales abrió el carnaval en su país bailando eufórico con una improvisada comparsa que recorrió las calles cercanas al Palacio de Gobierno, desordenando más el tráfico ya caótico en el centro de La Paz.
Durante una “ch’alla” indígena en Palacio de Gobierno, es decir una ritual para pedir bendiciones a la Pachamama (Madre Tierra), Morales destacó las tradiciones y recomendó a los funcionarios del Estado atender bien al pueblo en su trabajo diario.
Después participó de la fiesta a las puertas de Palacio con los ritmos más populares del folclore boliviano ejecutados por músicos que llegaron hasta la Plaza Murillo, donde están los Palacios de Gobierno y del Legislativo, para iniciar al carnaval que en Bolivia se celebrará hasta el martes.
La música de las bandas en las calles resonó también en las instalaciones del Legislativo donde perturbó el debate sobre una ley que permitirá a Morales nombrar a 20 miembros interinos del Poder Judicial para que ocupen las vacantes existentes en la Corte Suprema, el Tribunal Constitucional y el Consejo de Judicatura. El conocido desenfado de Morales contagió a todos los que se encontraban en la plaza de armas, entre ellos su vicepresidente, Álvaro García Linera, varios ministros, autoridades de la Cámara de Diputados y algunos de los candidatos a los próximos los comicios departamentales y municipales, así como a turistas y curiosos.
El canciller David Choquehuaca, al que pusieron una peluca rosada y casi ahogaron con serpentina que le cubría todo el cuello, fue otro de los animadores de la fiesta bailando con sus colegas.