09 may. 2025

Estudio revela regiones con fuerte asimetría productiva

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Concepción, San Pedro, Cordillera, Paraguarí, Guairá, Caazapá y Misiones conforman una “Región en transición”, con agricultura de subsistencia, de renta y empresarial, donde confluyen dos modelos de producción, pero socioeconómicamente con niveles medio bajo y bajo, con altos datos de pobreza, según revela un estudio denominado Territorio y empresas, de Fernando Masi y Belén Servín, del Cadep.

La presentación del estudio, condensado en un libro, versó sobre la configuración de regiones territoriales en el país, caracterizando los desempeños productivos, empresariales y del entorno socioeconómico. Se notan muchas asimetrías entre una región y otra, según los resultados.

“Hay asimetrías entre cada una de las regiones, tanto en términos de empleo y conformación productiva, masa empresarial, como también en términos de su entorno socioeconómico, que indica el grado de vulnerabilidad de las regiones y departamentos en términos de ingresos, pobreza, informalidad laboral y calificación del recurso humano”, explicaron los autores.

Según Belén Servín, para analizar el desarrollo productivo se midió el peso del empleo; para el de desarrollo empresarial se vio cuántas empresas existen por cada 1.000 habitantes; y para el socioeconómico, se observaron los datos de ingresos, pobreza, informalidad y calificación de recursos humanos.

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En cuanto a la llamada “Región en transición”, el estudio menciona que tradicionalmente cuenta con una economía rezagada, con su principal base de producción basada en la agricultura familiar de subsistencia que se viene deteriorando, con pocas industrias y algunas artesanías.

Fernando Masi explicó respecto de esta franja territorial que en los últimos veinte años hubo una confluencia con las actividades agrícolas empresariales propias de otra región (la “Fronteriza dinámica”, que abarca Canindeyú, Alto Paraná, Itapúa y Caaguazú).

NO DINÁMICOS. Los departamentos de Ñeembucú y Amambay pertenecen a la “Región fronteriza no dinámica”. El primero tiene industria textil y efectos multiplicadores sobre las actividades de servicios y comercio en la capital departamental, según se destacó.

En el caso de Amambay, el dinamismo está dado por la agricultura y ganadería empresarial, la agroindustria y el comercio con Brasil.

La “Región fronteriza dinámica” (Alto Paraná, Canindeyú, Caaguazú e Itapúa) tiene escasa diversificación agrícola y fuerte especialización en rubros. A criterio de los autores, el desarrollo económico se caracteriza por la alta generación de empleo, buena capacidad productiva y masa crítica de empresas, pero en condiciones socioeconómicas no muy favorables.