Tras el glamour de Venecia, ahora todas las miradas se trasladaron a Canadá. El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), que celebra su 50ª edición, medio siglo en el que pasaron de ser una pequeña muestra sin pretensiones, a uno de los certámenes más importantes del mundo y se convirtió en la nueva cita para las estrellas. Desde la elegancia de Glenn Close hasta la sofisticación de Angelina Jolie, las invitadas demostraron que Toronto puede competir en glamour con los grandes festivales. Además, la proyección internacional de TIFF hace que el festival canadiense tenga un profundo impacto en las películas que pasan por sus pantallas.