“Quiero ser totalmente claro: no soy libre porque haya funcionado el sistema. Soy libre, tras años de encarcelamiento, porque me declaré culpable de haber hecho periodismo”, afirmó el australiano, que se consideró un “preso político” porque Estados Unidos utilizó la ley de espionaje para acusarle por sus filtraciones.
12 AÑOS SIN LIBERTAD. Tras publicar en 2010 miles de documentos que revelaron los secretos de Washington sobre las guerras de Irak y Afganistán y sus detenciones en Guantánamo, Assange ha pasado los últimos doce años privado de libertad, primero en la Embajada de Ecuador en Londres entre 2012 y 2019, y desde entonces, en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido).
El 25 de junio logró la libertad tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU en el que se declaró culpable de violar dicha ley de espionaje, lo que suponía una condena de 62 meses de cárcel que quedó anulada por el tiempo que cumplió en prisión.
READAPTACIÓN. ”Mi readaptación al mundo tras un asedio en una Embajada y una prisión de máxima seguridad necesita algunos ajustes”, afirmó el australiano, entre ellos, “cosas positivas, pero aún difíciles, como volver a ser un padre de niños que han crecido sin mí, volver a ser un marido”.
Aseguró que tras su liberación le ha sorprendido el “sonido escalofriante de los coches eléctricos”.
En declaraciones a la prensa posteriores a su intervención, de aproximadamente una hora y media, su mujer, Stella Assange, dijo que su marido “todavía sigue sufriendo los efectos (...) de las duras condiciones a las que se le ha sometido” y evitó responder que tiene previsto publicar nuevos documentos en el futuro.
“Impunidad” de la CIA. Assange dijo que la CIA actuó contra WikiLeaks y que “un ejemplo interesante” de ello fue la publicación de “información detallada” en la prensa estadounidense sobre el supuesto espionaje en la Embajada de Ecuador mediante la empresa de seguridad UC Global, dirigida por el ex militar español David Morales, un asunto que se está investigando en España.
“Como consecuencia de esa investigación hay dos causas abiertas. Una causa penal en España, con un cierto número de víctimas, incluidos mi mujer, mi hijo, gente que vino a visitarme a la Embajada, abogados, periodistas; y una causa civil en Estados Unidos contra la CIA”, apuntó el fundador de WikiLeaks.
Y añadió que esta última causa “no puede seguir adelante” porque la Justicia estadounidense ha concedido a la CIA “un privilegio de secretos de Estado”, por lo que la agencia de inteligencia tiene “completa impunidad en el sistema de Estados Unidos”.