Por Lida Duarte
A fines de mayo, Hugo Idoyaga ganó la Presidencia de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), un cargo al que por primera vez llegó Paraguay. Desde su nuevo rol comentó los desafíos que enfrenta, sobre todo como representante de un país productor que reclama mayores ventajas en el mercado internacional, escenario en el que podrá encaminar negociaciones bilaterales. Asimismo, reflexionó sobre los trabajos que se deben proyectar, como el levantamiento de la vacunación antiaftosa.
–¿Cuáles son las funciones y desafíos que implican su nuevo cargo de presidente en la OIE?
–El desafío es grande porque en este momento que fui elegido como presidente del Consejo de Delegados estoy representando a los 182 países miembros. El Consejo tiene como atribuciones dar seguimiento y hacer que se cumplan las decisiones de carácter técnico, administrativo y financiero que se toman en la asamblea de los delegados, que se hace una vez al año. Además de eso, tenemos decisiones propias en representación de los delegados.
–¿Esta responsabilidad es remunerada?
–No somos asalariados de la OIE, sí recibimos toda la logística para las reuniones virtuales y participaciones en encuentros internacionales. Los remunerados son los funcionarios que trabajan en la parte operativa.
–¿Qué ayudó a que Paraguay gane la presidencia de la OIE?
–Todo es electivo, no hay nombramientos directos. En ese aspecto el primer paso que hicimos en el 2015, cuando era presidente del Senacsa, fue presentarme como miembro del Consejo de Delegados de la OIE, cargo que logré tras una elección reñida. Hice un buen desempeño y en el 2018 fui elegido como vicepresidente, también mediante recomendación de amigos dentro del país y de los propios colegas del Consejo. Yo tengo que mencionar la estrecha colaboración de Marys Llorens, porque ella permitió que el país tenga visibilidad dentro de la organización. Hay que entender que la Fundación Maris Llorens está como donante dentro de la organización desde hace varios años, no estoy hablando de comprar puestos, porque hay muchos otros donantes también en la OIE. También tengo que reconocer la ayuda del presidente del Senacsa, José Carlos Martin, porque me ha mantenido en la institución ya con ese objetivo. Hay que entender que la delegatura generalmente la ejerce el presidente del servicio sanitario, pero él renunció a eso, es un gesto que no siempre se da. Luego está la cooperación del Ministerio de Relaciones Exteriores, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, yo ya tuve colaboración de muchas personas importantes del Gobierno.
–Usted estuvo varios años al frente del Senacsa, donde gozaba de una buena reputación hasta que lo destituyeron tras el escándalo del ingreso irregular de carne brasileña. ¿Considera este momento como una reivindicación?
–La OIE no tiene en cuenta eso y yo no veo que sea una reivindicación en absoluto. En lo personal yo puedo considerar eso, pero los demás países del mundo no tienen ni idea de lo que pasó. Yo sé lo que pasó en ese contexto, yo fui un chivo expiatorio en todo este tema porque el contrabando siempre existe y siempre existió, pero molesta mucho y me sentí muy agraviado porque me consideraban como el zar del contrabando y lamentablemente hay gremios e instituciones que se encargan de la venta vacuna, del ingreso al país, el Senacsa nunca estuvo en ese tema, pero tampoco nadie salió a decir nada. A pesar de todo lo que hicieron para someterme a un proceso, jamás encontraron nada, entonces el tiempo me da la razón.
–¿Hasta qué punto considera que usted fue responsable de esos hechos?
–Por supuesto que nunca he metido una carga de contrabando ni he vendido carne vacuna a nadie, es pura falacia. Evidentemente hubo otros intereses de por medio, y como yo no me dedicaba a ninguna actividad política... Son situaciones que ya pasaron, que quedaron en el recuerdo y yo di vuelta la página.
–El presidente del Senacsa dijo que esta puede ser la última oportunidad de Paraguay de ingresar al mercado chino ¿Qué gestiones hará usted al respecto?
–Lo que pasa es que los presidentes de la OIE siempre tienen una estrecha relación con todos los delegados y China es miembro de la organización. Entonces, se puede conversar, como presidente ya no represento a Paraguay, sino a todos los países y hay que tomar las medidas, porque ellos son muy complicados, tienen su propia idiosincrasia, pero encontraremos la manera de colaborar de una u otra forma. Yo entiendo que esto no pasa por la decisión de un delegado, esto tiene una connotación política mucho más de alto nivel, donde sí hay que colaborar, pero el Gobierno como tal, a través de las autoridades superiores como la Cancillería y quien sea, debería también iniciar todo el proceso y nosotros de abajo buscar la manera de facilitar eso a través de un acercamiento mucho más rápido y efectivo entre los servicios veterinarios, es decir, con acuerdos para facilitar el ingreso de productos a China.
–Brasil está abandonando gradualmente la vacuna antiaftosa, mientras que en Paraguay aún dependemos de las inmunizaciones ¿Esto podría significar que uno de nuestros principales clientes disminuya la compra de carne desde nuestro territorio?
–Podría ser, por qué no. El Estado de Santa Catarina no permite el ingreso de carne desde otros estados que están vacunando y mucho menos de otros países, entonces esa seguramente va a ser la tendencia de los demás estados que están ganando mejor estatus sanitario. No hay que perder de vista que Argentina también puede tomar esa decisión, entonces tenemos que convencernos y prepararnos con un mayor control de fronteras, equipamientos, el servicio veterinario con un cambio de chip importante para cuando llegue el momento.
Perfil
Con una maestría y doctorado a cuestas, Hugo Idoyaga ingresó al Senacsa en el 2005, donde más tarde se desempeñó como presidente, cargo que ocupó durante seis años hasta su destitución en el 2018.
Siguió prestando servicios en la institución y representando a Paraguay ante la OIE, donde actualmente ejerce la Presidencia.