Una empinada escalera negra marca el ingreso a un mundo lleno de historias con 8.000 objetos fabricados desde 1811, teléfonos de tubo y marcado a disco, viejas cintas de VHS o monedas de todos los tamaños y valores que se encuentran en el Museo Escolar del Centro Educativo Los Laureles (CEL).
El sitio está ubicado en la institución educativa de gestión privada y funciona desde el 2014. Las galerías están ubicadas en medio de las aulas. Se puede ver a los niños y niñas dando clases o el sonido de otros chicos saltando y jugando en el recreo.
“Estamos llenos de museos lindos, muchos no se conocen o el paraguayo no quiere visitarlos muchas veces. Nosotros queremos que estos lugares sean una marca país”, cuenta la profesora Ana Bajac, directora de Proyectos y de Investigación del CEL.
La docente tiene tres artículos de investigación en torno al museo que fueron publicados por revistas científicas locales y extranjeras, como en la Universidad de Valencia.
“Desde un comienzo en el colegio el sistema es la educación basada en proyectos, que es lo que hacemos con este espacio. Todas las materias se integran”, dice la experta.
Desde su creación, la iniciativa ya se replicó en una escuela pública de Itá.
El objetivo es precisamente que pueda replicarse en otros institutos en cualquier parte del territorio nacional.
La inclusión forma parte del lugar. Mediante un código QR se accede a vídeos con intérpretes de señas y tiene sistemas de lectura en braille.
Giro. Para salirse de la idea de lo convencional y para evitar que el aprendizaje se vuelva una repitencia de números y fechas, crearon en el 2015 Una Noche en el Museo, como la película protagonizada por Ben Stiller.
“Hicimos cortometrajes donde participaron las familias y los alumnos. Nos reinventamos cada año”, agrega Bajac. En esa tormenta de ideas, con la pandemia encima y la dificultad de encontrarse en espacios cerrados, surge el Museo 360.
Es un espacio callejero que une a la comunidad educativa con el barrio. Muestra una explosión de colores imaginados por artistas locales de gran trayectoria y emergentes.
El yrupe, un puente colgante de madera, un campesino que bebe tereré y pájaros de todos los colores como el guacamayo están presentes en la calle.
Para visitar el sitio, las personas interesadas deben pedir agenda en la institución educativa.
En coincidencia con el Día Internacional de los Museos, que se recuerda cada 18 de mayo, prevén una serie de actividades en el CEL, como visitas y exposiciones o talleres de artistas. Los eventos serán en forma híbrida.
Participan. Correteando y jugando con las figuras del museo callejero denominado 360 participan algunas niñas y un niño del quinto grado del CEL. Las alumnas se muestran entusiastas con la idea.
“A mí me gusta mucho el plástico reciclado que se transforma en arte acá. Está todo muy creativo”, dice Cecilia Villalba, del quinto grado.
Mara Bobadilla, otra estudiante de la institución, cuenta que donaron una radio antigua que le pertenecía a su abuelo. La tecnología es lo que más disfruta en el museo, pues viene de una familia de técnicos y de Djs.
más llegada. Los proyectos innovadores como el Museo callejero son de más dificultad en las instituciones educativas de gestión pública, comenta el secretario general de la OTEP - Auténtica, Gabriel Espínola.
“En áreas urbanas es muy importante un museo, así como en otras zonas puede ser una huerta escolar. Pero el ministerio pone trabas desde el mismo diseño curricular, donde no permite salirse de la norma”, lamenta.
Espínola indica que el programa de Jornada Extendida podría tener un objetivo similar, pero siempre falta el compromiso de las autoridades. “Hoy tenemos este proyecto sin almuerzo escolar, entonces al final se anuncia algo que termina sin funcionar”, agrega el educador.
Me gusta mucho que se utilicen materiales reciclados, porque el cuidado del medioambiente es algo que practico cada día en casa y en la escuela. Cecilia Villalba, estudiante del quinto.