“Se está imponiendo como regla la aplicación de la prisión preventiva y no como una cuestión excepcional. Si bien no descubro nada nuevo, lo que habría que analizar con mayor profundidad son los motivos por los que los jueces adoptan esta actitud“, refirió Marín.
“Mi opinión es que, en gran parte, se sienten intimados o presionados por la opinión pública y eventualmente por las actuaciones del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados”, acotó Marín.
“Si bien ambas situaciones colisionan entre sí, lo que se debiera esperar es que al Juzgado no le tiemble el pulso a la hora de dictar resoluciones ‘impopulares’. Esa ya es una circunstancia de carácter personal de muchos magistrados”, explicó.
El profesional del Derecho remarcó: “Pero, probablemente, tiene su origen en la forma de selección y de elección en donde casi todos ellos tienen que deambular cada cinco años y granjearse la atención de diversos sectores políticos”.
Añadió que “con lo cual es muy difícil que tengan la tranquilidad suficiente y no mirar de reojo la estabilidad en el cargo. Entonces, cada resolución es probablemente un grito de sobrevivencia...”.