25 abr. 2024

Era democrática, entre avances y retrocesos sociales y económicos

En el proceso de construir la República, tras la dictadura, se consolidaron varios logros, como la libertad, pero las deudas siguen siendo grandes, como la corrupción y la deficiencia del Estado.

Foto UH Edicion Impresa

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Mucho de lo que fue la herencia de la dictadura no ha sido superado por la democracia y hoy quedó acumulada una gran deuda social.

Desde el golpe de Estado de 1989 que provocó la caída de la dictadura del general Alfredo Stroessner, quien gobernó durante 35 años, Paraguay comenzó a vivir un proceso de consolidación de la democracia con luces y sombras, avances y retrocesos.

La democracia tiene como principal logro la libertad en todas sus expresiones y la creación de una Constitución Nacional que garantiza derechos que antes no podían ser ejercidos.

El sistema sigue en consolidación y constante transformación, como en el caso del sistema electoral, aunque comparando con otros países, los pasos son muy lentos.

Tanto que la revista The Economist calificó al país como una democracia defectuosa a causa del mal funcionamiento de las instituciones públicas, la baja participación política y la deficiente cultura política.

La democracia en Paraguay tiene deudas en la lucha contra la corrupción pública, la pobreza, el bajo nivel educativo y el mal servicio de salud.

El Estado está ausente sobre en el interior del país en cuanto a servicios, pero por sobre todo, los sucesivos gobiernos abandonaron al campesinado.

Sin actos. El Gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, cuyo padre fue parte del régimen de Stroessner, no llevó a cabo ningún acto oficial de recordación de la caída de la dictadura.

31 AÑOS DE DEMOCRACIA EN PARAGUAY

LOGROS

Elecciones libres. Alfredo Stroessner utilizó el régimen a su favor y logró mantenerse 35 años en el poder. Luego de la caída de la dictadura, la ciudadanía puede ejercer su derecho a elegir a sus gobernantes a través del voto. Igualmente, el sistema electoral sigue en transformación.

Libertad de prensa. El ejercicio del periodismo y la libertad de expresión están garantizados por la Constitución Nacional. Durante la dictadura, los periodistas eran perseguidos y se cerraban medios de comunicación. Las opiniones contrarias al Gobierno eran duramente castigadas.

Libertad de manifestación, reunión, organización sindical y gremial. Movilizaciones en defensa de derechos públicos son posibles al igual que la formación de sindicatos de trabajadores y gremios. El régimen stronista no permitía reuniones de más de tres personas sin dar aviso.

Fin de persecuciones ideológicas. El ciudadano paraguayo es libre de profesar ideologías de su convicción, lo que en los años de la dictadura le valió a muchos el exilio, torturas, persecuciones y hasta la muerte. Comunistas, liberales y campesinos fueron las principales víctimas.

Constitución. Uno de los mayores logros de la democracia fue la creación de la Constitución Nacional de 1992, mediante una Constituyente, donde se sentaron las bases de la República y quedaron garantizados los derechos fundamentales. Hoy se habla de la necesidad de modificación.

DEUDAS

Corrupción pública. La corrupción y la impunidad fueron parte de la historia de la democracia, que causaron graves daños al Estado. Políticos, jueces y fiscales usaron el poder para enriquecerse a costa del dinero público, olvidaron servir al pueblo y retrasaron el crecimiento del país.

Mala representación política. Perfiles de políticos capaces, idóneos, probos y honestos fueron casi inexistentes y la ciudadanía quedó sin opciones en muchos casos. Los candidatos llegan sin formación ni conocimiento a los cargos, por interés particular y no para ser mandatarios del pueblo.

Altos niveles de pobreza y retraso en educación y salud. Son las deudas más grandes de la democracia. Los gobiernos no lograron satisfacerlas demandas públicas, se mantuvo la pobreza, la educación no avanzó y los sistemas de salud siguen siendo deficientes.

Deficiente funcionamiento de instituciones. El servicio de las instituciones públicas es de baja calidad y no satisface las necesidades mínimas, además de los problemas de gestión, burocracia, entre otros. La estructura de los entes estatales siguen funcionando como antes del golpe.

Tierras malhabidas y reforma agraria. El campesino es sin duda el sector más abandonado por el Estado. Las tierras que le fueron prometidas para la reforma agraria nunca fueron restituidas. Miles de hectáreas pasaron ilegalmente a manos de particulares frenando el progreso.

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