“Hemos detectado ciertos colegios donde hay profesores afines al EPP y que actúan como captadores de estudiantes. ‘Che, ¿vos querés estudiar? Mirá que hay un grupo y te podemos ayudar’. Y todo un proceso de introducción que dura uno, dos años, donde finalmente alguien termina estudiando, pagado por este grupo”, aseguró el abogado y máster en Criminología, Juan Martens, autor de una investigación académica sobre el Ejército del Pueblo Paraguayo, financiada por el Conacyt.
Además de su propaganda, uno de los métodos de reclutamiento que usa el grupo armado es el financiamiento de los estudios para jóvenes de escasos recursos en las comunidades campesinas.
“Así hay gente que estudia Agronomía, Derecho. Eso también hemos contrastado con otras fuentes en Concepción, cuando en una entrevista a ciertas universidades te dicen: ‘Ore roikuaa oĩ ko’ape hikuai’. En la universidad enseguida sabés quién es quién. Hay una conciencia de eso”, añadió Martens.
Juan Martens es un abogado y activista de Derechos Humanos.
“La cuestión de propaganda que nosotros vemos es: visita casa por casa, la ayuda económica y el pago de universidades a los jóvenes”, sintetizó Martens, quien años atrás representó como abogado defensor a varias personas acusadas por la Fiscalía de ser del EPP.
“Además, les ponen negocios en las comunidades a sus líderes. Por ejemplo, alguien es del EPP y el grupo le da plata para que tenga un engorde de novillitos ahí, para que nadie desconfíe de él y él se relaciona con la Policía y entonces hay una interconexión perfecta”, agregó.
Martens indicó que para esta investigación, que empezó en el 2014, convivió en las comunidades realizando entrevistas anónimas, recopilando documentos públicos y privados y manteniendo charlas formales e informales con pobladores de territorios donde el EPP está presente.
AUDIO. Última Hora preparó un breve audiorreportaje en el que se describe cómo viven los pobladores de la zona.
El abandono
El artículo advierte que la “estrategia comunicacional” del EPP en las comunidades donde pretende instalarse fue la de informar a los pobladores que “deben ajustarse a sus mandatos o abandonar la comunidad”.
En ese sentido, manifiesta que en estas localidades los ciudadanos son conscientes de que si colaboran con la Policía o con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), el grupo armado probablemente los matará.
“Ante una experiencia de abandono estatal, encima te transfieren recursos, te prometen una vida futura digna haciéndole estudiar a tu hijo, que es tu esperanza. Es una cuestión importante para entender el fenómeno”, explicó Martens sobre el método por el cual el EPP suma adhesión de ciertos campesinos.
“Algo que nos llamó la atención en muchas publicaciones en los medios era que siempre caían estos manuales y era muy absurdo, parecía muy plantado. Uno no puede tener su propio manual todo el tiempo, pensábamos. Lo que sí relevamos es que el líder de zona tiene obligación de llevar un registro de sus actividades y de la historia del EPP”, comentó por otra parte el investigador y añadió que los miembros de una célula del grupo generalmente no conocen a los miembros de una célula distinta, de acuerdo con los testimonios recolectados.
Se financian con extorsiones
La investigación académica de Martens señala que no encontró elementos que vinculen al EPP con organizaciones dedicadas al narcotráfico. Sobre el punto, indica que sus principales fuentes de financiación provienen de una “gama de actividades ilícitas que les genera lucro, tales como los impuestos, es decir, el cobro forzado a productores agrícolas, ganaderos y comerciantes de una determinada suma de dinero a cambio de que puedan seguir ejerciendo sus actividades; el secuestro y recepción de mercaderías de ganaderos y grandes productores agrícolas”.
Entre las actividades delictivas del grupo armado, los secuestros forman parte de su método para recaudar dinero.
Por otro lado, el trabajo menciona que mantiene vínculos estrechos con grupos afines en Colombia (como las FARC), en Chile y en Argentina.
El artículo académico de Juan Martens será presentado el jueves 13 de julio en el primer Congreso de Ciencias Sociales del Paraguay, que organiza Clacso Paraguay, en la mesa del área temática “Proceso de democratización, sistema político y comunicación”, junto con otros trabajos que tratan el problema de la violencia armada en el norte y la frontera con Brasil.
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