16 sept. 2025

Entre el Mercosur y el Narcosur

Por Andrés Colmán Gutiérrez - andres@uhora.com.py

Mientras los presidentes Lugo de Paraguay y Lula de Brasil intercambiaban nuevas promesas de integración, este jueves, en el marco de la XL Cumbre del Mercosur, en Foz de Yguazú, a poca distancia del sitio donde estaban reunidos, la Policía paraguaya aprehendió un cargamento de 1.095 kilos de marihuana prensada que estaba lista para ser cruzada de contrabando al Brasil, a través de las aguas del Lago de Itaipú.

El puerto clandestino se llama Pira Pytá, y se encuentra a unos 10 kilómetros aguas arriba de la usina operativamente más grande del mundo, en el distrito de Santa Fe del Paraná. Es apenas uno de los tantos muelles piratas diseminados en toda la costa del embalse, en zona de reserva controlada por la entidad binacional.

En la región casi todos conocen la existencia de estos puertos desde hace varios años. Se sabe que operan con total impunidad -a pesar de las reiteradas denuncias periodísticas-, y por donde cada noche cruzan enormes chatas cargueras y lanchas deslizadoras, llevando no solamente la marihuana que se cultiva y se produce en forma visible y a plena luz del día en la región de Chino Kue e Itakyry, sino también cocaína, armas, cigarrillo, productos informáticos y electrónicos.

Las sucesivas autoridades de la entidad binacional Itaipú -tanto las de los gobiernos colorados, como las actuales- siempre se desentendieron de este incesante tráfico que cruza abiertamente por su territorio, como si el hecho de producir energía eléctrica les relevara de la responsabilidad. Aquí los puertos clandestinos ya tienen nombre propio: Pikyry, Pira Pytá, Codorzo, Indio, Palma, General Díaz, Limoy, Marangatú... Y los pobladores nombran a conocidos políticos, jueces, magistrados, congresistas, como los “padrinos” de cada uno de ellos.

Por eso resultó llamativo que efectivos del Departamento de Narcóticos de la Policía Nacional, en compañía de la fiscala María Adelaida Vázquez, cayeran sorpresivamente a detener el embarque, justo en el día en que se iniciaba la Cumbre del Mercosur, como si se quisiera dar alguna señal mediática. Curiosamente, no hubo ningún detenido. Ojalá sea el inicio de una persecución más en serio al incesante tráfico que sigue existiendo en la región, y que pone en entredicho la voluntad integracionista de las autoridades. Mientras el Mercosur sigue siendo, en gran parte, un inventario de bellas promesas, el Narcosur hace mucho que es una triste y dolorosa realidad.