Confesiones de Cameron Douglas
El hijo de Michael Douglas (75), Cameron Douglas (40), publicó su autobiografía en la que confesó que fue un adicto a la cocaína y a la heroína, vendió metanfetaminas y vivió una vida de destrucción que lo llevó a pasar casi ocho años en prisión.
En su libro comenta que había estado expuesto a las fiestas y vicios desde muy chico. Relata sobre el grupo de megaestrellas que pasaban gran parte de sus días en la casa de la familia: Jack Nicholson, Pat Riley, Oliver Stone y Danny DeVito.
“Cuando era un niño muy pequeño, recuerdo llevar los cigarrillos de marihuana de un lado a otro. Papá me decía: ‘Oye, llévale a tu tío’, y yo lo hacía, sin darme cuenta hasta años después de lo que había hecho. A medida que crecía, me arrastraba de casa en casa en el complejo, subía balcones y veía más de lo que se suponía que debía ver: adultos haciendo las cosas que hacen los adultos que viven vidas excesivas”.
Una vez que los amigos famosos de su padre se retiraban a descansar a sus habitaciones, Cameron revolvía entre sus cosas en busca de las sobras de las sustancias que habían dejado y les sacaba provecho. Es por todo esto que la estrella de cine siempre vivía en disputa con la madre de Cameron, Diandra Luker, y terminaron divorciándose en el año 2000, tras 23 años de matrimonio. La separación fue una de las más costosas de Hollywood. Ella recibió más de 30 millones de dólares.