Este evento se desarrolló recientemente con organización de Paraguay.
“Es más fácil ejecutar un laudo arbitral que una sentencia judicial y las empresas vienen prefiriendo más acudir a lo primero, ya que también hay leyes modernas que contemplan estos procesos, vigentes en más de 160 países. No ocurre así con las ejecuciones de sentencias judiciales, porque pocos países están atados por las convenciones y muchas veces los procesos están supeditados a la buena voluntad de los tribunales”, especificó.
Moreno mencionó que la Cámara de Comercio Internacional administra la mayor cantidad de casos de arbitrajes comerciales en el mundo, y en Paraguay, incluso teniendo casos que estuvieron frente al Centro de Resolución de Disputas, administrados por el Banco Mundial.
Temáticas como inversiones, construcción, finanzas, societarios, tecnología, contratos de leasing y hasta arbitraje deportivo están contemplados en lo que se tiene como experiencia en Paraguay.
En cuanto a los plazos de extensión entre uno y otro mecanismo, el responsable citó que se podrían perder entre 3 y 10 años cuando el camino es transitado en el ámbito judicial tradicional; mientras que muchos procesos de arbitraje duran dos o tres meses; a no ser que la complejidad del caso lleve a extenderse por todo un año, y más en casos internacionales, o de demanda y contrademandas.
El experto en arbitraje José Moreno enfatiza en la conveniencia de la herramienta frente a lo tradicional del sistema de justicia. “Es más fácil ejecutar un laudo arbitral”, asegura.
La Cifra
10
años incluso podría tardar una sentencia en lo comercial, frente a algunos meses si la vía es el arbitraje, aseguran.