La “votación ciudadana” estuvo marcada por una muy baja participación, inferior al 8% de los votantes registrados, dijo a la AFP la oficina de la alcaldesa de París.
La alcaldesa Anne Hidalgo se había comprometido a “respetar pura y simplemente el resultado”, fuera cual fuera.
Ella misma hizo campaña por el voto “en contra”, pues consideró que la salida de los patinetes reduciría las “molestias” en las calles y aceras de la capital.
Tras acogerlos en 2018, París se convertirá el 31 de agosto en la primera capital europea en prohibir por completo estos vehículos de dos ruedas, cuando venzan los contratos con Lime, Tier y Dott, los tres operadores privados.
Los detractores de los patinetes eléctricos de alquiler argumentan que son abandonados en cualquier lugar del espacio público, que atropellan a los peatones en las aceras y que al final emiten una nociva huella de carbono. AFP