Con la pandemia, esta práctica se hizo más notoria y prolongada que en tiempos normales, al punto que el entonces embajador en la Argentina, Julio César Vera Cáceres, recientemente destituido, se vio obligado a solicita a los consulados en la vecina nación que en el plazo de 48 horas remitieran un informe actualizado sobre la dotación de funcionarios. Además de detalles como las tareas que desempeñan y quiénes se hallan de vacaciones y particularmente fuera de las sedes donde deberían estar.
Esta resolución se había tomado en agosto del 2020 y entre otros datos, demostró que la mayoría de los funcionarios de los consulados paraguayos en ciudades fronterizas con el Paraguay, que no están trabajando en sus sedes, son contratados, había informado Vera Cáceres a la Cancillería en setiembre último, consignando que 15 funcionarios estaban en tal situación.
Un sonado caso fue el del funcionario Francisco Fariña, del Consulado paraguayo en Resistencia, denunciado en mayo del 2020 por la jefa de esta misión consular, Diana Arréllaga, entre otras irregularidades, por registrar 93 días de ausencia “sin justificación alguna”. La Cancillería tomó medidas al respecto tres meses después, disponiendo el comisionamiento del mismo por 60 días en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE).
Luego debió retomar sus labores en Resistencia, pero no lo hizo con regularidad, por lo que fue destituido recientemente.
Según fuentes diplomáticas, el canciller Euclides Acevedo ya fue puesto al tanto la situación que persiste en algunos consulados del Paraguay en los países de la región que con la declaración de la pandemia de coronavirus simplemente no están prestando servicio y cuyos funcionarios, con certificados médicos, vacaciones o permisos especiales, están en territorio nacional percibiendo normalmente sus haberes en dólares, incluyendo el rubro de alquiler.
AHORA. Actualmente, existe una lista que manejan en el corrillo diplomático de los funcionarios que continúan en Paraguay y no se hallan en sus sedes. Última Hora ha tenido acceso a los nombres, pero antes de publicarlos se pedirá informe a Recursos Humanos del MRE sobre la situación de cada uno de ellos y las razones por las que no están desempeñando labores en las sedes consulares.
No obstante, para tener una idea, de 9 contratados en el Consulado de Clorinda, solamente 1 está presente cumpliendo función. El resto, desde el mes de marzo 2020 hasta hoy se encuentran en Paraguay, percibiendo igualmente sus haberes. Pero allí también otros tres funcionarios de distintos rangos no acuden a la sede consular, y uno se reincorporó luego de 7 meses en Paraguay.
En el Consulado de Formosa dos funcionarios de carrera llevan meses sin prestar servicios en la sede.
En el Consulado de Corrientes, un oficial consular y un funcionario administrativo siguen en Paraguay hace meses. En tanto que en el Consulado de Posadas, figuran dos oficiales consulares en igual situación. Los cónsules están al tanto de todo esto, pero temen denunciarlo, por temor a represalias.
Para dimensionar mejor el hecho denunciado, un oficial consular percibe un salario de USD 3.497. Además de cobrar un monto para alquiler de residencia, como los otros funcionarios. Según la escala para funcionarios del servicio exterior (año 2020), en ciudades argentinas que no sean Buenos Aires, un cónsul de primera, recibe USD 1.650 en tal concepto. En tanto que un cónsul de segunda, USD 1.400, y un oficial de consulado, entre USD 1.400 a 1.000.