Los ciudadanos se juntaron en automóviles y motocicletas. Recorrieron varios kilómetros de la ruta PY05 Bernardino Caballero hasta llegar a la Municipalidad de Arroyito. Los indignados piden que la Cámara de Diputados conforme la comisión especial para el estudio de la intervención municipal.
“Es inexplicable que la Cámara de Diputados no este conformando la comisión especial para definir la intervención, ya que existen documentos que comprueban los daños patrimoniales al Estado”, señaló Salvador Sánchez, uno de los líderes.
Agregó que según los documentos encontrados, hubo varias obras fantasmas que significan daños patrimoniales por más de G. 800 millones. Como ejemplo citó la obra de alcantarillado frente a la iglesia María Auxiliadora por valor de G. 95.000.000, tres aulas con estructura de hormigón armado en la Escuela N° 443 Julio de Otaño por G. 269.000.000.
Además, una cancha de futsal con graderías en Núcleo 3 por valor de G. 182.000.000, un baño en el colegio Julio de Otaño por G. 120.000.000 y dos aulas en la Escuela Serapio Valenzuela con un costo de G. 162.000.000.
Marciano Jara, otro líder, indicó que la comunidad fue despojada de sus recursos y que cuentan con documentos que comprueban los hechos de corrupción, por lo que exigen la intervención.
CASO. Tras una auditoría, el 14 de febrero de este año, la Contraloría General de la República remitió a la Fiscalía General del Estado, el reporte de indicios de hechos punibles contra el patrimonio con un daño patrimonial de G. 488.000.000.
El intendente colorado, Samuel González, señaló que la denuncia de los ciudadanos está en proceso en la Justicia, pero que de igual forma la institución sigue trabajando. Destacó que nunca hubo robo de recursos públicos, sino que adelantó algunas obras para favorecer a otras instituciones.
Destacó que los recursos están a disposición y que luego de la denuncia ciudadana ya quería ejecutar las obras denunciadas como fantasmas, pero que los manifestantes ya no le permitieron. “Estamos en condiciones de transferir esos fondos a las comisiones. Necesitamos conversar con ellos, pero desde un principio no quisieron”.
