Ahmad Khalil Chams es un comerciante que importa mayormente aparatos electrónicos desde China y Estados Unidos. Su nombre empezó a circular como supuesto contrabandista de frontera tras una comunicación que habría recibido de Estados Unidos el entonces director de Aduanas, Julio Fernández.
Tras la publicación de su nombre vinculado a un hecho delictivo, pidió derecho a réplica y dio su versión de los hechos.
desaparición. El empresario relató que en el 2019 desapareció un contenedor suyo con mercaderías valuadas en USD 3 millones bajo la responsabilidad de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA). Luego de pagar un servicio de investigación privada, detectó que sus productos estaban siendo vendidos de forma ilegal, incluso intentaron venderle a él mismo parte de los artículos electrónicos por USD 450.000.
Llamativamente, el catálogo de productos tenía el membrete de la DNA, según las copias que tiene en su poder.
A raíz de este hecho, el entonces senador Martín Arévalo había gestionado y pedido de informe, pero posteriormente Fernández denunció al legislador por tráfico de influencias y coincidentemente la Fiscalía investigó de oficio a Khalil Chams.
El comerciante siguió comentando que presentó las facturas a la Fiscalía y defiende que no son falsas, pero igualmente fue imputado en febrero de 2022 y desde entonces su caso no avanzó.