En la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Asunción (FCV-UNA) reinan la preocupación y la incertidumbre. En especial, entre quienes se graduarán este año: se recibirán de una carrera sin el sello de calidad internacional. A ciencia cierta, no saben cómo les afectará. De lo que sí están seguros es que quienes quieran estudiar en otra universidad del Mercosur, o bien, hacer una pasantía, rebotarán porque su facultad quedó fuera del Sistema Arcu-Sur (Acreditación Regional de Carreras Universitarias del Mercosur y Estados Asociados) que otorga la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes).
Gerardo Gómez, vicepresidente de la Aneaes, precisó que la no acreditación internacional afecta solo en el “intercambio académico de estudiantes y de docentes”.
El castigo aparente de la no revalidación de la certificación Arcu-Sur se debió a la indi- simulada negligencia en el manejo y control del brote de brucelosis, el año pasado.
El centro de estudiantes de la FCV se reunió ayer y decidió requerir a la Dra. Dora Núñez, decana de dicha facultad, que informe –en un plazo de dos días– lo que se invirtió para mejorar la bioseguridad en la institución; el punto flojo por el cual se pospuso, primero, y después se rechazó la acreditación internacional. “Si de por ahí hay cuestiones irregulares, obviamente, veremos qué medidas tomar”, mencionó Clara Aquino, representante estudiantil ante el consejo directivo.
Ese colegiado rechazó la resolución de la Aneaes y resolvió pedir, el pasado viernes, –a través del Rectorado de la UNA– una revisión de los documentos obrantes en la negativa de la acreditación, en virtud a una suerte de “incoherencia” entre los reportes de los pares evaluadores: “lo que ellos aceptaron, lo que para ellos estaba bien en el informe preliminar, ahora marcaron que estaba mal”, refirió Joel González, presidente de centro estudiantil de Veterinaria UNA.
Entienden que lo dispuesto por la agencia “es irrefutable”, más bien lo que buscan “es una aclaración a esa discrepancia” señalada. “No nos temblará el pulso para movilizarnos si encontramos irregularidades”, indicó Clara Aquino. Si bien la institución tiene vigente su acreditación en el modelo nacional, el haber rebotado a nivel internacional les afectará a la hora de gestionar becas para hacer pasantías o para hacer una movilidad a una universidad que tiene la certificación regional. “Si una persona quiere hacer un curso de un año o unos meses en Buenos Aires, por ejemplo, no va a poder porque ahí se recibe solamente a estudiantes de carreras acreditadas por el Arcu-Sur”, señaló Aquino.