La misa de clausura del encuentro religioso se realizó en el predio del hipódromo de San Miguel de Tucumán, ciudad donde hace 200 años se declaró la Independencia argentina.
“En nombre del papa Francisco, que desde Roma sigue este congreso muy de cerca, con intenso sentimiento saludo a todos los argentinos, deseando todo bien a cuantos viven en esta amada nación de profundas raíces cristianas”, dijo el cardenal Giovanni Battista Re, enviado especial del papa Francisco al Congreso Eucarístico.
En su homilía, Re, exprefecto de la Congregación para los Obispos, destacó que “mediante el sacramento de la Eucaristía Dios está siempre con nosotros, habita en medio de nosotros”.
“Para aquel que no cree, la Eucaristía es un rito incomprensible. Para quien cree, en cambio, la Eucaristía es una realidad cierta, dulcísima y extraordinaria: es Dios que se vuelve a nosotros para abrir nuestras existencias a Él”, señaló.
El cardenal resaltó que la Eucaristía es “el gran motor de la vida cristiana” e impulsa “a la solidaridad con los demás”.
“La Eucaristía también es luz para el servicio del bien común y para la contribución que los cristianos deben aportar a la vida social y política, que necesita un quiebre que lleve a poner fin a la corrupción y traiga una real renovación y progreso en la honestidad, la rectitud moral, en justicia y la solidaridad”, señaló Re.
Ante los 300.000 fieles que asistieron a la misa, según los cálculos de los organizadores, Macri leyó al finalizar la celebración una oración por Argentina.
En la plegaria, el presidente pidió, entre otras cosas, poder “vencer las diferentes formas de pobreza”, “erradicar la corrupción en todas sus manifestaciones” y “proteger la vida desde la concepción hasta la muerte”.
“Todo lo pedimos confiando en la intercesión de la Virgen tan amada por nuestro pueblo y que nos acompaña desde siempre en Tucumán”, añadió el presidente, quien agradeció la hospitalidad del pueblo tucumano y antes de la misa mantuvo un breve contacto con Re.
También estuvo presente, entre otros, la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, que leyó una de las lecturas de la Palabra durante la celebración de la misa.
Bajo el lema “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”, al Congreso Eucarístico, que comenzó el pasado jueves, asistieron miles de fieles de todo el país.
La agenda del encuentro incluyó, además de las celebraciones litúrgicas y de adoración eucarística, momentos de reflexión sobre la misericordia, la piedad popular y la misión a la luz de la eucaristía.
También hubo actos culturales y un espacio especialmente dedicado a los jóvenes.
En el marco de este encuentro, este sábado políticos del oficialismo y de la oposición firmaron un compromiso público para erradicar la pobreza y luchar contra el narcotráfico y la corrupción, entre otros puntos.