El caso salió a la luz mediante una investigación de Multimedios (ÚH, Telefuturo y radio Monumental).
“Hasta ahí te puedo decir”, diría Reinaldo Cucho Cabaña, el original propietario del vehículo incautado por la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), convertido en transporte escolar.
“Yo no soy Nostradamus. No voy a opinar”, fue lo único que alcanzó a decir Bachi Núñez, ante la consulta de la periodista Rocío Pereira, de Telefuturo, sobre el caso Baruja.
Bachi venía hablando bien y tranquilo, como es su estilo, ante los medios de comunicación acreditados en la Cámara Alta, a quienes siempre responde con ironía o recurriendo al famoso “en el gobierno anterior...” o el otro “por qué a Mario Abdo no le investigan...”.
Sin embargo, por primera vez, una pregunta lo mostró realmente incómodo, por lo que no le quedó otra que meter primera y pisar a fondo el acelerador, para refugiarse y aparcar en su despacho, cerrando la puerta en la cara de periodistas que lo perseguían como en el Transchaco Rally.
CASOS. La investigación que reveló el mal uso de bienes del Estado es un episodio más de la novela del “usen y abusen”, que popularizó el mismísimo Horacio Cartes, en su recordado discurso a empresarios brasileros. En otro momento, a empresarios del Uruguay, se refirió al Paraguay como una “mujer bonita y fácil”.
Estas frases del “usen y abusen” y de la patria “fácil y bonita” parece haberse convertido en consigna sin freno en la administración de los recursos del Estado.
El caso Baruja es la punta del iceberg de una práctica común de los que ostentan el poder político en cargos públicos, donde los bienes del Estado son utilizados como bienes privados.
No es casualidad que en un caso similar haya sido observada la senadora liberocartista Noelia Cabrera, quien también fue expuesta por una investigación de ÚH y Monumental 1080 AM que comprobó que tenía dos neposobrinos planilleros, cobrando del Senado, pero trabajando en el estudio jurídico de su pareja sentimental.
Bachi también esquivó en ese momento cuestionar a Cabrera y habló de una investigación interna que a casi tres meses del hecho aún no ha dado luz sobre las responsabilidades de la legisladora aliada del cartismo.
Así, este y otros casos, como el de los supuestos sobres que caen en Mburuvicha Róga, muestran cómo ha venido actuando el oficialismo, que ante la exposición mediática, se abroquelan y fingen demencia.
Sin embargo, el escándalo que ya no pudieron tolerar fue el de la hoy ex senadora Norma Aquino, Yamy Nal, con el senador suspendido Javier Vera Chaqueñito , ambos ex Cruzada Nacional devenidos al cartismo, quienes admitieron ser los protagonistas de audios donde hablaban de precio de votos, pecheos a la Itaipú, y supuestos desvíos de dinero de Taiwán para ciertos senadores oficialistas, lo que les costó el castigo.
El cartismo sacrificó una banca aliada, con la frase de Nano Galaverna “hay sumas que restan”. Aún así, mantiene una mayoría con la que asegura proteger a los suyos y amenaza a sus críticos, y las expulsiones de Kattya González y Yamy Nal son una muestra de su poder.