30 dic. 2025

El taekwondo es el deporte que nos dio más títulos

El taekwondo ha sido el deporte individual que a lo largo de la historia le ha dado mayores lauros al deporte paraguayo, como ninguna otra disciplina.
En los dos primeros certámenes mundiales, realizados en Montreal, Canadá, en 1974, y Oklahoma, Estados Unidos, en 1978, un formidable grupo de cultores de esta modalidad alcanzaron el máximo galardón ecuménico, reeditado después a comienzos de la década de los ochenta en Resistencia, Argentina.
En la primera justa celebrada en Canadá, Paraguay ganó el título mundial de rotura por equipos, con el maestro Fermín Sánchez, Luis Garay, Javier Dacak, Aníbal Samaniego y Daniel Verdún Maqueda. En individuales, el maestro Javier Dacak había igualmente logrado el cetro mundial en la modalidad de golpe con el filo de la mano abierta, mientras el maestro Fermín Sánchez clasificó tercero en giro y golpe de talón.
Cuatro años más tarde en Oklahoma, EEUU, reeditó el cetro por equipos en rotura. Del grupo anterior seguían todavía en la selección Aníbal Samaniego y Daniel Verdún, agregándose Francisco Granados, Osvaldo Cáceres y César Ozuna. También se consagró bicampeón individual el maestro Javier Dacak, hoy el primer paraguayo en el Salón de la Fama del Madison Square Garden, de Nueva York. Y quedó tercero Daniel Verdún en lucha, en peso pesado.
El maestro Dacak pasó luego a ser el organizador del Mundial 1981 en Resistencia, Argentina, donde por tercera vez consiguió la corona en rotura, con los bicampeones del 76 Daniel Verdún y Aníbal Samaniego, e integrándose ahora Lucio Trinidad, Miguel Fernández y Carlos Williams al elenco galardonado. La producción individual fue la máxima con tres coronas mundiales: Lorenzo Lezcano en lucha, Mario Martínez en golpe con puño y Daniel Verdún con patada de costado.
EN ESTILO STF. Las divergencias entre los propios creadores del taekwondo hicieron que se diversificaran los estilos: WTF, ITF y STF. En éste, el maestro Teófilo Barrios ganó el cetro en Little Rock, Arkansas, en 1998, y la recientemente desaparecida Ana María Trovato lo hizo en el mismo lugar y dejaba inscripto su nombre en la historia y en la galería de campeones de la modalidad en el año 2000.