Este monto fue aprobado el viernes en una asamblea extraordinaria del sindicato, integrado por unos 1.400 trabajadores, y está muy por encima de los 80 millones de dólares que ha ofrecido el Gobierno, informó hoy el diario La Nación.

La eficiencia de los puertos del Caribe ha sido criticada por el sector exportador debido a la lentitud con la que algunas veces se trabaja, lo que provoca retrasos en las entregas y recepción de productos. EFE | Ampliar imagen
“Estamos exigiendo otros puntos previo a analizar la futura concesión de los puertos de Limón y Moín. La Asamblea acordó establecer un monto de 500.000 dólares para cada trabajador si quieren los muelles”, dijo el dirigente sindical Ronaldo Blair.
Esa cifra casi iguala los 800 millones de dólares que se necesitan para modernizar los puertos y ajustarlos a las exigencias del comercio internacional, en cuanto a eficiencia, tecnología y comodidad.
El Gobierno ha dicho que le es imposible realizar esa inversión en los puertos del Caribe, por donde se mueve el 80 por ciento del comercio internacional de Costa Rica, por lo que es necesario entregarlos a una empresa privada para su modernización y operación.
El presidente de la estatal Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), Francisco Jiménez, dijo que no sabe “de dónde se sacaron esos números (los sindicalistas de que) es lo mismo que se necesita para construir un puerto nuevo”.
Por su parte, Marco Vargas, ministro de Coordinación Institucional, quien ha estado al frente de las negociaciones, afirmó que la asamblea de los sindicalistas no fue de análisis de la propuesta gubernamental, sino que “reinaron los discursos incendiarios”.
“A la cifra que propusieron no tengo calificativo que darle. No sé si tiene fundamento técnico o si es para cerrar cualquier posibilidad de negociación”, expresó Vargas.
La eficiencia de los puertos del Caribe ha sido criticada por el sector exportador debido a la lentitud con la que algunas veces se trabaja, lo que provoca retrasos en las entregas y recepción de productos.
También han sido cuestionados por la prensa y empresarios las ventajas que gozan los trabajadores portuarios en la convención colectiva, en cuanto a horarios, salarios y el pago de horas extra, muy distintas a los de cualquier trabajador del país.
En 2006 los trabajadores de estos muelles realizaron una protesta y paralizaron las operaciones cuando el Gobierno anunció su intención de dar en concesión los puertos del Caribe, como ya lo había hecho con el de Caldera, en el Pacífico.