No es la primera vez que armas de fuego incautadas en hechos criminales, y que son parte de evidencias en una causa abierta y debían estar en resguardo por la Justicia paraguaya, son comercializadas nuevamente en el mercado negro del tráfico de armas y llegan a manos de sicarios para reutilizarlas en otros atentados.
En noviembre del año pasado, la Dirección de Materiales Bélicos (Dimabel) fue allanada por una comitiva policial y fiscal por la fuga de armas de fuego incautadas en operativos contra el crimen organizado, del mismo depósito de evidencias de dicha dirección militar y que iban a parar nuevamente al submundo de la delincuencia.
Esta investigación se inició cuando un arma que se incautó en el 2018 durante un operativo que frustró un plan de rescate Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias Piloto, fue utilizada nuevamente por soldados del Comando Vermelho en el rescate del narcotraficante Teófilo Samudio, alias Samura, en el 2019.
INVESTIGACIÓN. De acuerdo con el análisis de Criminalística de la Policía Nacional, los proyectiles levantados de la escena del atentado contra el intendente de Pedro Juan Caballero, José Carlos Acevedo, ocurrido el pasado martes, coinciden con los de un arma incautada en el 2017, en un caso de homicidio.
El arma pertenecía a Fernando Javier Lezcano, alias Gordo, quien fue asesinado en el 2017, en Pedro Juan Caballero. A pesar de que la pistola calibre 9 milímetros fue identificada, hasta el momento las autoridades no logran dar con esta.
Ayer fueron detenidas tres personas en la causa. Una de ellas es una mujer, de nombre Mirta Fernández, esposa de Lezcano, quien tenía los documentos del arma. Sin embargo, la mujer mencionó que dicha arma fue incautada por la Fiscalía cuando su esposo fue asesinado. Dijo que luego de eso no le entregaron más el arma. En contrapartida, la Fiscalía dice que habían entregado el arma a la mujer, luego de la investigación, debido a que esta tenía los documentos del arma.
Los otros detenidos son Bruno Aníbal Lezcano, de cuyo poder se incautaron cuatro cargadores de arma .75 y otros 27 cartuchos de arma 9 mm, que habrían sido usados en el atentado, y Vilma Lucila Macchi de Morales, mamá de Gregorio Papo Morales, debido a que las características de la misma arma coinciden con una utilizada por un guardia que custodiaba la estancia de la familia en Villarrica.
Comisario afirma que investigación “tiene un hilo conductor”
El comisario César Silguero, jefe de Investigaciones, afirmó ayer que “tienen un hilo conductor” sobre los autores materiales del ataque al jefe comunal el pasado martes frente al Palacio de Justicia de la capital de Amambay.
“Tenemos avances importantes, pero siguen las investigaciones. La detenida está en este momento declarando. El objetivo es llegar a los responsables de este lamentable hecho”, expresó. También precisó que “el seguimiento de indicios colectados nos pueden ayudar a identificar a los responsables del hecho. Se analizan las vinculaciones de las personas detenidas”.
Ronald Acevedo, gobernador de Amambay, manifestó que su hermano José Carlos está peleando por su vida. “Está peleando. Lograron nuevamente mantener la presión y eso da esperanza de vida”, aunque remarcó que “sigue en estado muy crítico”.