“Lo que nos dicen las agencias de Estados Unidos que están trabajando de la mano con Colombia es que tienen la lupa puesta en cárceles de Estados Unidos, porque se tendría información en el sentido de una alianza, una recolecta de varios narcos y habría llegado precisamente a unos que tuvieron que ver directamente en investigaciones que llevaba el fiscal Pecci”, dijo Lozano a la 1080 AM.
Dos de tres libaneses investigados por el fiscal contra el crimen organizado ya fueron extraditados años pasados y se encuentran presos en cárceles de EEUU.
Sospechan entonces que de ahí partió el plan que acabó con la vida del fiscal. “Desde allí se habría fraguado, planeado y orquestado y se habrían enviado emisarios, de Paraguay y Colombia para que contrataran ilegalmente al grupo de sicarios que cometieron el crimen”, dijo Lozano.
Explicó que fuentes de la investigación sostienen que tienen tres frentes de investigación en los cuales se está avanzando, que son la autoría material y la intelectual.
Además, los que planearon el asesinato habrían querido desviar la atención para hacer creer que el crimen fue un simple atraco, para que no encuentren la conexión con los casos que llevaba adelante el fiscal.
AVANCES DEL CASO. El comunicador colombiano dijo que lo último que se conoce es que posiblemente se estarían preparando unas órdenes de captura, en lo que tiene que ver con los presuntos sicarios.
La Fiscalía de Colombia había revelado que el fiscal Pecci fue asesinado por dos sicarios que llegaron en una moto acuática hasta la isla Barú, en Cartagena de Indias, el pasado 10 de mayo.
En tres grupos se centra la investigación de las autoridades en cuanto a la autoría material, que tienen que ver con los sicarios, los campaneros (que son las personas que avisaron a los sicarios quién era la persona a quien tenían que asesinar, y un tercer grupo que se habría encargado de contratar a los asesinos por encargo.
Un hecho que estaría ligado al caso es que la Justicia colombiana detuvo el pasado 17 de mayo a 18 personas de diferentes nacionalidades, que serían parte de las investigaciones que tenía a su cargo Marcelo Pecci.
Entre los detenidos está Diego Mauricio Blanco, presunto piloto del clan Rocha de Brasil, que tendría vínculos con el Primer Comando Capital (PCC), cuyos miembros están siendo investigados en el país.
Además, días atrás mencionaron que integrantes del cartel del Golfo también podrían estar involucrados en el crimen.
Investigó a tres libaneses ligados al grupo terrorista Hezbollah
El fiscal Marcelo Pecci cooperó con los Estados Unidos en la detención y extradición de Naden Mohamad Farhat y Mahmoud Alí Barakat, quienes serían miembros del grupo terrorista islámico Hezbollah.
Además, quien fue detenido el año pasado en nuestro país y que también sería integrante del grupo Hezbollah es Kassen Mohamad Hijazi, cuya extradición se está retrasando, pese al pedido pendiente.
Este último formó presuntamente un esquema que trabajaba directamente con los Estados Unidos.
En agosto del 2021, el país americano lo sancionó “por su participación en hechos de corrupción en Paraguay, así como a cinco entidades asociadas que están vinculadas con sus maniobras de corrupción”.
Habría comenzado a operar en Ciudad del Este desde el 2018 como despachante, desde donde se presume que dirigía una organización dedicada al lavado de dinero.
“Kassen tiene vínculos estrechos con políticos paraguayos, policías, fiscales y varios agentes de cambio de CDE que facilitan sus actividades y le brindan seguridad, garantías y el poder económico que le permiten operar en la zona”, decía el comunicado del Departamento de los EEUU.
Su primo, Khalil Ahmad Hijazi, también fue sancionado por EEUU, trabajaba en una empresa que operaba para el grupo, coordinando importaciones desde Estados Unidos.