Francisco además ha asegurado que “no esperábamos esta pandemia, llegó sin que nosotros lo esperáramos, pero ahora está aquí. Y mucha gente muere. Y muchas personas mueren solas y muchas personas mueren sin poder hacer nada”. En este sentido dice que puede venirnos el pensamiento de “pero a mí no me ha tocado, gracias a Dios que me salvé": “¡Pero piensa en los demás! “Y por esta razón hoy todos, –señala– hermanos y hermanas, de cualquier confesión religiosa, rezamos a Dios”.
“Quizás –señala el Papa– habrá alguien que dirá: “Pero esto es relativismo religioso y no se puede hacer”. “Pero cómo que no se puede hacer, ¿no podemos rezar al Padre de todos? Cada uno reza como sabe, cómo puede, según su propia cultura.
No estamos rezando unos contra otros, esta tradición religiosa contra esta, ¡no! Todos estamos unidos como seres humanos, como hermanos, rezando a Dios, de acuerdo con la propia cultura, de acuerdo con la propia tradición, de acuerdo con las propias creencias, pero hermanos y rezando a Dios, esto es lo importante: hermanos, ayunando, pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados, para que el Señor tenga misericordia de nosotros, para que el Señor nos perdone, para que el Señor detenga esta pandemia. ….
Esta pandemia –ha dicho Francisco– “vino como una inundación, vino de un solo golpe. Ahora nos estamos despertando un poco. Pero hay muchas otras pandemias que hacen morir a las personas y no nos damos cuenta, miramos a otro lado. Somos un poco inconscientes ante las tragedias que están sucediendo en el mundo en este momento”.
“Que Dios detenga esta tragedia –es la oración del Papa Francisco– que detenga esta pandemia. Que Dios se apiade de nosotros y detenga otras pandemias que son tan malas: la del hambre, la de la guerra, la de los niños sin educación. Y pedimos esto como hermanos, todos juntos. Que Dios nos bendiga a todos y tenga misericordia de nosotros”.
Recordando a la Virgen María Auxiliadora, el Papa reiteró su exhortación a buscar y confiar siempre en el amparo de la Madre de Dios: “Todo hombre, en los momentos difíciles de la vida, se siente perdido y no sabe qué hacer. Necesitamos el apoyo de alguien, una ayuda, un consejo, sobre todo en ámbito espiritual”, indicó el Santo Padre.
Precisó que “la memoria de la Bienaventurada Virgen María Auxiliadora, que recordamos hoy nos hace tomar conciencia de la grandeza del don de la protección de la Madre del Hijo de Dios sobre cada uno de nosotros”.
Y el Papa exhortó: “Encomendemos precisamente a Ella nuestra vida. Cuando estemos en duda invoquemos sin cesar su amparo: ¡María Auxiliadora intercede por nosotros! ¡Alabado sea Jesucristo!”.
Cada domingo extractaremos algunas frases de la Exhortación Apostólica Gaudete Et Exsultate del Papa sobre el llamado a la Santidad en el Mundo Actual, que nos pueda ser útiles en este momento de pruebas “. El Señor llama... También para ti. “ Para ser santos no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos. Muchas veces tenemos la tentación de pensar que la santidad está reservada solo a quienes tienen la posibilidad de tomar distancia de las ocupaciones ordinarias, para dedicar mucho tiempo a la oración. No es así. Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia.
¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales”.
(De https://www.vaticannews.va/es, https://es.zenit.org/articles, https://www.cope.es y http://www.vatican.va)