“Deseo expresar a las víctimas mi tristeza y mi dolor por los traumas sufridos y también mi vergüenza, nuestra vergüenza, por la incapacidad de la Iglesia durante mucho tiempo para ponerlos en el centro de sus preocupaciones”, dijo Francisco durante la audiencia general en el Vaticano. “Es el momento de la vergüenza”, insistió el Papa. Francisco invitó a todos los responsables religiosos a “seguir adelante con sus esfuerzos para que dramas semejantes no se reproduzcan”. Además, instó a los católicos franceses a asumir sus responsabilidades para que la Iglesia sea una casa segura para todos.
Por su lado, el mandatario francés reconoció el espíritu de responsabilidad de la Iglesia francesa para encarar ese grave fenómeno. “Espero que ese trabajo pueda continuar con lucidez y apaciguamiento. Nuestra sociedad lo necesita. Hay necesidad de verdad y reparación”, dijo al margen de una cumbre europea en Eslovenia. Un informe independiente publicado el martes en Francia concluyó que más de 216.000 menores fueron víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica en el país desde 1950. AFP