AFP
WASHINGTON - EE. UU.
El nuevo presidente del Banco Mundial (BM), el coreano-estadounidense Jim Yong Kim, asumió funciones ayer en Washington con el compromiso de servir “a las poblaciones que viven en la pobreza” en un momento “crucial” de la economía mundial.
Los dirigentes europeos deberán asumir sus responsabilidades y resolver la crisis financiera y económica en la zona euro, que se prolonga ya por cuarto año, puesto que eso tiene impacto en el resto del mundo, advirtió igualmente Kim.
Designado para un mandato de cinco años, Kim, un médico y antropólogo de 52 años que presidía la Universidad de Dartmouth en New Hampshire (noreste) desde 2009, expresó que asumía el cargo con “humildad” y “en un momento crucial de la economía mundial”.
Poco conocido por el gran público y sin experiencia en materia financiera y política de alto nivel, Kim justificó su ascenso a la cabeza del BM al asegurar que había pasado la mayor parte de su vida adulta “entre los pueblos más pobres del mundo”.
Kim sustituye en el cargo al también estadounidense Robert Zoellick.
“En el Banco Mundial continuaremos trabajando con innovación y rigor analítico, y (...) en asociación con los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y sobre todo con las personas que viven en la pobreza, que aspiramos a servir”, manifestó.
En un comunicado posterior, Kim precisó que “es urgente que los países europeos tomen las medidas necesarias para restablecer la estabilidad” financiera y económica, ya que sus acciones “tendrán un impacto en el crecimiento del conjunto de regiones” mundiales.
“La primera misión del Banco Mundial en esta crisis es lograr que los países de pequeño y mediano ingreso sean protegidos”, añadió.